Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado
 

Una tontipija que ocupa un ministerio por gracia de su patriarca, ha declarado ser una ferviente seguidora de Simone Bouvoir. Puede ser porque sean domésticas las dos de un Pablo cada una.

La española ha sacado a relucir las bondades de su familia; española, natural y cristiana, en la que, según ella, ha recibido una educación ejemplar, no como otras de apellidos muy notorios, en clara alusión a una Álvarez de Toledo.

Lo que cuenta la lisonjera ministra no cuadra con las afirmaciones de su admirada femi gabacha: “la familia es un nido de perversión” ¿Dicotomía o trastorno mental de la española?, teniendo en cuenta que ella opina maravillas de su magnífica familia. Pero hay más, la perturbada de las Galias también decía: “el embarazo es una trampa que la naturaleza ha puesto contra la mujer” ¿Locura o frustración?, no contenta con su solemne gilipollez, la doméstica de Sartre recomienda el divorcio, el aborto, las relaciones lésbicas y buscar placer con animales y objetos, para romper esa “trampa tan canalla” que la naturaleza ha puesto contra la mujer que es la maternidad.

Esto tampoco coincide con la realidad de la favorita del macho de la manada, que en menos de tres años ha parido una prole de tres españolitos, mientras ha enriquecido su hacienda con carísimas propiedades. Ahora sí que puede decir que es proletaria, porque prole significa descendencia. También podrá comprobar que se puede ser a la vez proletaria y propietaria. Es de resaltar que sus felices partos tuvieron lugar en un hospital antes llamado Francisco Franco, construido por una Diputación franquista.

A este paso, la veremos salir en las Procesiones con mantilla y peineta como Doña Carmen Polo y hasta seguro que veremos su presencia en los cosos taurinos españoles como todas las duquesas de Alba.

Ha manifestado Doña Irene, la ínclita ñoñita, que para ella “la Patria es la gente“. Comprendemos que a la joven preferida de la manada se le haga difícil sentir a la Patria teniendo en cuenta que su preñador viene de casta asesina y terrorista. Claro que gente pueden ser los catetos separatistas. Los violadores. Los narcotraficantes. Los esclavistas del servicio doméstico,- jardineros y mayordomos-. Los perturbados sexuales. Las femi marxistas y muchos más seres desnaturalizados. Lógicamente, ella se salva porque siguiendo lo aprendido de sus “papis” ha formado una familia tradicional “natural y cristiana”, buena madre y fiel compañera del afortunado semental, que se ha autodefinido como un “modesto reformista“. Reformismo es como los historiadores llamaban al despotismo ilustrado del liberalismo español.

Y como Don Pablo es tan macho quiere llegar a casa “solo y borracho”.

 
¿A casa de quién?

 

 

Carlos Rodríguez