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El imperio sinárquico está concebido como arma de dominación y como negocio. Para obtener rentabilidad de su conquista, la sinarquía debe neutralizar cuanto se oponga a la utilidad del territorio conquistado tanto a nivel territorial como individual, personal.

 El principal enemigo de este imperio sinárquico que planea desde siglos el gobierno mundial, no es otro que la cristiandad, esa doctrina revelada que religa al hombre a Dios y a la eternidad, alejándole del materialismo al que la sinarquía sirve y mediante el cual esclaviza a la humanidad. Así la perseguirá sin descanso desde sus orígenes y logrará dinamitarla, dividiéndola gracias a la herejía de Lutero. Su siguiente objetivo fue el imperio humanista español, opuesto a su usura y métodos genocidas, que logró destruir gracias a esa hidra llamada masonería, financiando y colocando a sus agentes en cada provincia de América perteneciente a la corona española, en contra de los deseos de aquellos indígenas (hasta poco antes sumidos en la edad de piedra y esclavizados por bárbaras y decadentes culturas como incas, mayas o aztecas) y criollos que ya eran prósperos españoles.

Destruido el humanista imperio español, el siguiente objetivo será continuar el expolio de nuevas tierras y la aniquilación de las naciones; ya que, como hemos visto, naciones fuertes, pueden construir imperios que se opongan a su dictadura. Destruirán y conquistarán siempre empleando el principio de división. Revolución francesa, Renacimiento, independencia de América, descolonizaciones de Asia, África, guerras mundiales, etc. Cada evento producido en los últimos siglos, ha sido planeado en las logias masónicas y provocado por esta sinarquía en pos de su ansia de extender su imperio a cada rincón del planeta. Y esto no es conspiranoía, pues muchos de estos actos son ya admitidos por estos mismos masones, así como la pertenencia de las grandes figuras que llevaron a cabo esos eventos históricos a sus “organizaciones discretas”.

 Para el logro de este objetivo, el gobierno mundial, cada elemento que se oponga al dominio de este imperio usurero anglosionista, ha de ser neutralizado. Nación por nación se "reculturalizará" a la población con falsedades, se irá destruyendo su conciencia nacional desprestigiando todo lo bueno propio del país al tiempo que se exalta lo bueno ajeno -siempre perteneciente a su sinarquía- y viceversa: todo lo bueno de la nación a parasitar será ocultado o falseado, y lo malo del imperio sinárquico transformado mediante la mentira en bueno, o silenciado. Claros ejemplos de esto son el cine o la literatura controlados por los globalistas, donde, por ejemplo, se han hecho cientos de películas de los "malvados indios" americanos con los que el imperio anglosionista cometió un brutal genocidio. Imperio que al establecerse en un territorio, lo primero que instalaba era un banco y una lonja de esclavos, mientras que el español proporcionaba a los nativos en primer lugar hospital, escuela e iglesia; ninguna película reseñable sobre este modo de actuar ¿verdad?... O cientos de películas, series y best seller glorificando a genocidas como Churchill y exponiendo el -irrevisable- holocausto, mientras jamás se habla de los doce millones de alemanes aniquilados tras firmarse la paz de la segunda guerra mundial, etc. Para lavar el cerebro a los conquistados, se  hará uso de la mentira, ocultismo, insidia, publicidad, desinformación, calumnia, propaganda masiva, legislación injusta, leyenda negra, maquiavelismo, incluso crímenes; hasta hacer que la mayoría del pueblo, al que se mantiene en la ignorancia y la desinformación, colapse la confianza en sí mismo al creer que la brecha entre la "miseria propia" (falsamente creada) y la “grandeza extrajera”, es insalvable.

Se atacarán y debilitarán las fronteras de las naciones a conquistar para crear la sensación de que la nación no está "terminada", no existe como tal; se denigrará a los prohombres de la patria que la construyeron e hicieron posible, para que el individuo se avergüence de su pasado, mientras se exalta a todas las figuras, por infames que estas fuesen -o sean- que forman parte -o han servido- a su sinarquía.

Se debilitará la unidad nacional mediante la compra de dirigentes políticos haciendo que finjan enfrentarse unos con otros de modo que se cree el caos, dando la impresión de que el pueblo a destruir es un pueblo incapaz de ponerse de acuerdo por sí mismo. Se destruirá la homogeneidad racial de las naciones mediante inmigraciones masivas que el pueblo no ha consentido, porque todos sus dirigentes y medios de comunicación, comprados por la sinarquía, lo impondrán y/u ocultarán; impondrán totalitariamente y mentirán.

Agentes a su servicio han estado y siguen estando en cada revolución, en cada gobierno, en cada enfrentamiento, o descolonización, como Gandhi, Bolívar, San Martín, etc.; tiranos como Castro, Marcos, Tito, Mao, que dinamitaron los verdaderos movimientos nacionalistas de sus pueblos en busca de la libertad, para dejar a sus gentes directamente en la miseria comunista a merced de estos depredadores, o como en el caso de las descolonizaciones (deliberadamente precipitadas), dejando los países divididos en cada aspecto: social, cultural, territorial, económico, político... de modo que queden débiles y susceptibles de seguir siendo expoliados, manipulados y controlados, poniendo en sus gobiernos a sus serviles cipayos.

(Continúa en “Parte III: Seres humanos libres y ciudadanos del mundo”)