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Sindicato TNS

LA TOTAL JUVENTUD DE LA FALANGE (LO CIENTIFICO Y LO NATURAL)

 

En la vida todo es totalitarismo, es más, las personas en nuestras vidas vamos pasando de ciclos y lugares que no son otra cosa que, pequeños en el entorno, pero grandes formas totalitarias en cuanto a lo pedagógico.

 

En la familia, que es donde se forma la persona, nos imponen el idioma en el que tenemos que hablar, en lo que tenemos que creer y que es lo que debemos y no debemos hacer. Luego, pasamos a los Centros de Enseñanza, en la actualidad convertidos en factorías masónicas de pollinos apátridas, en los que nos imponen lo que tenemos que aprender y en qué tenemos que pensar. Más tarde nos incorporamos a los centros de trabajo, donde nos obligan a cumplir un horario, a realizar una u otra función y nos imponen un salario dictado por la patronal. Todo esto dentro de un estado muy democrático él, y por supuesto nada nacional, en el que nos dictan obligaciones y derechos bajo la amenaza de las leyes, donde impera lo legal antes que lo justo.  

 

Una vez expuesto lo anterior, también tenemos la certeza de que en la etapa moderna y en la época actual el mundo también está regido por varias clases de totalitarismos antagónicos entre ellos que como marco de confrontamiento legal han censurado: El totalitarismo de la democracia. En este punto podemos citar cuatro grandes dictaduras por orden cronológico de aparición en las sociedades y naciones:

 

Liberalismos. Socialismos. Anarquismos. Fascismos.   

 

·         Los liberalismos, con sus muchos adornos y palabrería no es más que una ideología económica doctrinal que sostiene que nada debe intervenir en las relaciones económicas entre personas, clases o naciones. Por lógica, sin ningún tipo de arbitraje, se impone la voluntad del más fuerte que es lo mismo que decir la dictadura permanente de los poderosos, en las que se esclaviza o se mata de hambre a las personas ya que se les considera una simple parte de la economía y claro, en economía se economiza. 

 

 

 

·         Los socialismos, que también con muchos adornos y palabrería nos son otra cosa que la dictadura del partido comunista, amparándose en la dictadura del proletariado como periodo transitorio en el que los “representantes” de ese proletariado deben acabar con el estado burgués para implantar una sociedad sin clases. El proletario es alguien sin ninguna clase de propiedad y que solo le importa al capitalismo como “productor” de hijos (Prole) que garanticen la permanente mano de obra barata. Marx, en un principio bien intencionado, con tiempo más que suficiente para observar y escribir sus farragosos libros (dado que estaba casado con una multimillonaria) debido a su materialismo y escasa personalidad fue fácilmente manejado por Engels. Marx, masón judío de educación pero no practicante del judaísmo debido a su ateísmo (no confundir hebreo con judío), en un principio llego a valorar a los pueblos religiosos por su facilidad de manejo, ya que, según Marx, la religión es la forma más fácil para que los hombres entendieran la justicia pero rápidamente Engels y con motivo de la creación de la II Internacional, le escribió una carta en la que entre otras “lindezas” le decía: “Algunos aseguran que existen verdades eternas como la libertad y la justicia. Nosotros hemos venido a destruir estas verdades eternas, así como la moral y la religión.” 

 

Engels, judío y millonario industrial, permanente asiduo en los círculos masones y sionistas, prácticamente prestó a Marx sus obreros para entre los dos llegar a las conclusiones que dieron lugar a sus nefastos mamotretos literarios, en los que despojan a la persona del alma, familia y voluntad, convirtiéndola en un medio de producción, donde, igual que el liberalismo, también se le mata de hambre, pero es que además a los desobedientes se les mata a tiros en nombre de la revolución proletaria. 

 

·         Los anarquismos: Debido a sus contradicciones, mejor no hablar, son tantos los crímenes que se han cometido en nombre de la humanidad y tanta la opresión en el nombre de la libertad, que nos limitamos a definirlos con una frase de Onésimo Redondo: “el anarquismo es como el silencio, cuando se habla de él se le niega”. 

 

 

 

·         Los fascismos: Mediante totalitarismo libran a los trabajadores de los latigazos de los liberalismos y a los propietarios de las balas de los socialismos y los anarquismos implantando la dictadura del estado corporativista en el que se funden las corporaciones de empresarios y trabajadores del mismo gremio con unitarios propósitos nacionales. Pero también por dictadura se implantan el culto al líder y el sometimiento de la persona a este líder como garantía del estado paternalista, sustituyendo el estado teocrático por el estado panteísta del liderazgo y aunque de alto contenido social, el Estado absorbe a la persona. 

 

 

 

 

 

Estas cuatro formas de totalitarismo pueden convivir, siempre que no practiquen la violencia física dentro de la peor de las dictaduras, que es la dictadura de la democracia, porque en esta se conjugan la dictadura de las leyes económicas deshumanizadoras y antinaturales que castigan toda voluntad humana individual pero con ánimo de unidad total con deseo de poder universal. En los fascismos prevalece el poder de la Nación.  

 

Hemos querido no nombrar y dejar para el final el único totalitarismo que, aunque lo pretendamos, no podemos enfrentarnos a él porque somos parte intrínseca de él y su principal eje rotor, aunque nos empeñemos en ignorarlo en la mayoría de los casos, y a ocultarlo de forma interesada en los pocos casos restantes. Este totalitarismo no es otro que la dictadura de la ¡NATURALEZA!, y la naturaleza no es más que lo natural ¡LA CREACION!, y he aquí donde la juventud Falangista de convierte en milicia de amor y justicia al servicio de la patria. 

 

Lo natural es que las personas nazcamos de un hombre (padre) y de una mujer (madre) unidos de forma integral y total en la familia, a su vez miembros de otras familias. No hay nada más natural que el amor, la colaboración y la participación de forma total de todos los miembros de la familia en proyectos comunes desde el bien ser, orientados a una creación social. No hay nada más natural que en estas familias se enseñe y se comparta la misma fe, espiritualidad, idioma y cultura. También es natural que estas familias compartiendo los mismos postulados y virtudes que sus progenitores, superándose a sí mismos, conquistando progresos sociales que se agrupen en sociedades urbanas y rurales que son los Municipios. No hay nada más natural, también, que en esas sociedades las personas se ganen la vida dignamente y se incorporen a la sociedad de forma más fecunda por medio del trabajo digna y justamente recompensado, y también es natural que estos Municipios rurales y urbanos busquen un destino común formando la Nación, y cuando esta Nación es tan digna para los padres como para los hijos de forma secular en una Unidad en lo Universal, con orígenes metafísicos y destinos filosóficos de espiritualidad, cultura, justicia y milicia de forma también natural, nazca con “naturalidad” la PATRIA y cuando LA PATRIA transciende en gestos generosos nace la natural razón de ser UN IMPERIO. Teniendo siempre a la persona como origen y el Estado al servicio permanente de la persona. 

 

A nadie se le escapa que estamos hablando del NACIONAL SINDICALISMO, que descubre y hace suya esta dictadura de la naturaleza en la que las personas debemos comulgar permanentemente y cuidarla para legado permanente de las siguientes generaciones. La Creación y lo natural es obra y voluntad de Dios, por eso las personas sólo debemos armonizarnos con La PATRIA, en el más hermoso de los totalitarismos, como hemos citado, totalitarismo antropocéntrico. 

 

Con estos comentarios sabemos que muchos oídos castos taponados por el cerumen de la beatería, nos lanzarán anatemas acusándonos de blasfemos y herejes. Pero es que a nosotros como a todos en España nos enseñaron en nuestras familias primero y después en el colegio la más hermosa oración de amor y que fue instituida hace más de dos mil años por nuestro Señor Jesucristo, que es el PADRE NUESTRO y que en una de sus partes dice “HAGASE TU VOLUNTAD AQUÍ EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO” y es que el sentido y creencia totalitaria en Dios nos hace percibirle como el único Soberano dictador de Justicia, porque Dios es un compasivo y Justo dictador y la Naturaleza creada por voluntad Divina, la más hermosa y humana dictadura. Por suerte, la naturaleza y lo natural NO SON DEMOCRATICOS. ¿Qué democracia ha elegido a Dios para que sea Dios?.¿Qué sufragios deciden en la creación? ¿Qué parlamento hay en la Naturaleza?. Desde estos postulados la juventud Nacional Sindicalista debe ser vanguardia revolucionaria que desde el Bien Ser alcance el Bienestar. Donde las familias se conviertan en Padres y Madres que impregnen a las nuevas generaciones para el bien ser de las personas. Que en las escuelas se conviertan en Maestros que enseñen el AMOR A LA PATRIA como el mayor acto de servicio generoso, proyectando la rica CULTURA ESPAÑOLA. Que formen empresas que sean unidades orgánicas de producción donde impere la JUSTICIA SOCIAL. Y si fuera necesario, que ocupen los cuarteles con la ejemplaridad del soldado que sirve a lo que ama por encima de cualquier tipo de interés individual o de clase. Estos son los lugares preferentes que deben formar vanguardia la Juventud Falangista, aboliendo los partidos políticos, los sufragios y los parlamentarismos para poder armonizar a las persona con la PATRIA como UNIDAD DE DESTINO EN LO UNIVERSAL. La universalidad también es totalitaria. 

 

¡¡AULA, TALLER Y CUARTEL!!                    

 

¡¡LIBRO, MARTILLO Y MACHETE!!.  

 

 

 

Carlos Rodríguez.

 

Jefe Nacional del Sindicato TNS