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 Queremos menos palabrería liberal y más respeto a la libertad profunda del hombre (José Antonio Primo de Rivera)

 

El “bla bla bla" constante de los políticos y los medios de comunicación nos llenan de palabras etéreas a cambio de quedarse con nuestra voluntad.

 

        DEMOCRACIA, LIBERTAD y DERECHOS son la habladuría cotidiana de los que  se benefician del esfuerzo ajeno sin ningún tipo de escrúpulos.

 

 

        Nos hablan de DEMOCRACIA pero nadie nos dice qué es la DEMOCRACIA. Nos hablan de LIBERTAD pero nadie nos dice en qué consiste la LIBERTAD. Nos hablan de DERECHOS pero nadie nos cuenta dónde empiezan y acaban los DERECHOS, ni quién los dicta, ni por qué ni con el permiso de quién y, mucho menos, en qué consisten y en qué se basan esos DERECHOS.

 

        Iremos por partes. DEMOCRACIA: “Régimen político en el cual el pueblo ejerce la soberanía por sí mismo sin mediación de un órgano representativo (DEMOCRACIA directa) o por mediación de representantes e intermediarios (DEMOCRACIA representativa)”.

 

        Como se ve, las dos definiciones se contradicen y en lugar de usar una sola palabra (DEMOCRACIA) con contundencia, el sistema se protege añadiendo calificativos para así dominar toda situación y circunstancia, de la misma manera que los regímenes marxistas emplean la frase “DEMOCRACIA popular” o en el régimen capitaneado por Franco en algunos sectores se empleaba esa frase inventada por Salvador de Madariaga “DEMOCRACIA Orgánica”. Al parecer, todo es DEMOCRACIA, que es tanto como decir que seguimos sin que nadie nos explique qué es la DEMOCRACIA.

 

Una breve historia: todo el mundo considera que el inventor de la DEMOCRACIA fue el Ateniense -y no Griego- estratega Pericles en el año 461 antes de Cristo, permitiendo el acceso de todos los atenienses a las altas magistraturas, convirtiendo la Confederación de Delos en el imperio ateniense, utilizando los recursos para sufragar grandes obras. Para dar cultura a sus propósitos se rodea de grandes artistas -y no actores-, entre ellos Fidias, arquitecto y escultor que glorificó Atenas con grandes obras de estilo clásico.

  

        En la política exterior, Pericles, para potenciar el imperio ateniense, luchó contra Persia y Esparta, lo que le valió el fracaso del Peloponeso y su destitución del poder. Pericles sólo era ateniense; a los demás pueblos helenos los despreciaba.

 

        Una vez relatada esta breve historia, podemos hacer una comparación con la época moderna. ¿Cuándo y dónde se logró la comunión entre el pueblo y los gobernantes? ¿Quién se rodeó de artistas amantes de la belleza urbanística y de las artes? ¿Quién aceptó la guerra e incluso se la declaró a los terroristas vecinos, y pagó por sus fracasos? ¿Quién -al igual que Pericles- consideró al pueblo como un concepto étnico, social y cultural? La respuesta es clara y está localizada en Alemania al principio de los años treinta del siglo pasado. “Demos” significa pueblo, “cratía” significa fuerza, poder. La fuerza y el poder del pueblo, si lo unimos al desarrollo de políticas socioeconómicas prácticas y eficaces -que lograron el bienestar y la prosperidad de un pueblo convertido en nación mediante un estado de servicio-, son lo más parecido a la DEMOCRACIA directa que implantó Pericles en Atenas veinticinco siglos antes.

 

        Después de lo expuesto y relatado, seguimos preguntando: por favor, cuéntennos qué es la DEMOCRACIA.

 

        Sigamos con otra habladuría: la “LIBERTAD”.

 

“Estado de la persona que no está presa ni sujeta a la voluntad de otra”. ”Capacidad o facultad que tiene una persona para decidir si quiere o no hacer algo”. LIBERTAD de conciencia o pensamiento, “LIBERTAD para manifestar sus propias opiniones -especialmente las religiosas- defenderlas y propagarlas” y un sinfín de definiciones relativas a ello que cita el diccionario.

 

        En nuestra opinión, las dos primeras son las más lógicas, pero, ¿de verdad alguien cree que hay alguien que no esté sujeto a la voluntad de otros mediante las leyes? ¿Alguien se cree que alguna persona puede seguir libremente su voluntad habiendo leyes?

 

        No se trata de ir contra las leyes, pero sí, con demasiada frecuencia, vemos que las leyes son síntoma de acomodo más que de justicia.

 

        ¿Quién sino las poderosas plutocracias elaboran las leyes para garantizarse eternamente su tranquilidad?

 

        Queremos que nos cuenten también qué es la LIBERTAD, aunque algunos tenemos muy claro que cuando se habla de LIBERTAD se refieren de forma egoísta a su voluntad de manipulación y engaño. Conclusión: la LIBERTAD es como el silencio, que cuando se habla de él se le niega.

 

        Y, por último, la habladuría del DERECHO.

 

Esto sí que es un auténtico galimatías o, mejor dicho, una marranada léxica que disimulando decir mucho no dice nada.

 

        Aparte de las definiciones materiales de recto, directo, vertical, ubicación en un margen u orilla, nos definen DERECHO  como el “conjunto de leyes, preceptos y reglas que deben obedecer las personas en su vida civil”, lo que se entiende, por tanto, como DERECHO a obedecer al que dicta las leyes y los preceptos. O sea, que si las leyes te esclavizan tienes DERECHO a morirte de hambre. Y así con todo.

 

        Nadie acude al DERECHO como justicia, pero sí como ley, que -tal y como se ha citado anteriormente- las dictan las plutocracias.

 

        Nos hablan de DERECHO administrativo, canónico, civil, fiscal, penal, etc. Pero, ¿y los seguros y garantías humanas? ¿Dónde está el seguro que garantice nacer? ¿Dónde el seguro y la LIBERTAD de mandar en tu hogar ¿ ¿Dónde el seguro y la LIBERTAD de vivir sin el agobio de un despido injusto? ¿Dónde el seguro y la LIBERTAD de percibir un salario digno y decente? ¿Dónde el seguro y la LIBERTAD de caer enfermo sin que se resienta tu economía? ¿Dónde el seguro de envejecer con una pensión digna? ¿Dónde el seguro y la LIBERTAD de tener hijos con oportunidades y un futuro digno? ¿Dónde el seguro y la LIBERTAD de participar en la reglamentación de tu trabajo? ¿Dónde el seguro y la LIBERTAD de una muerte digna, rodeado de tu familia y seres queridos, con la presencia permanente de la ciencia ocupada en defender tu vida, librándote del dolor y con la presencia de un sacerdote para las personas creyentes?

 

¿Dónde el seguro y la LIBERTAD de amar y de ser útil a tu Patria?

 

        ¡Por favor! Que nos cuenten qué es la DEMOCRACIA, LA LIBERTAD, LOS DERECHOS… porque esa palabrería para bobos ha servido para robarnos LA PATRIA, EL PAN Y LA JUSTICIA.

 

¡VIVA LA REVOLUCION NACIONAL SINDICALISTA!

 

¡ARRIBA ESPAÑA!

 

 

Carlos Rodríguez.

 


 

Jefe Nacional del T.N.S.