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Categoría: Artículos
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Fachada del ayuntamiento de Madrid ayer, donde lucía la pancarta...

 

En pocos temas se refleja mejor la hipocresía de la condición humana como en el tema de la inmigración. Aquellos que son capaces de presentarse como auténticas santidades, y presumen de los buenos cristianos que son ante quien corresponda, suelen mostrarse reacios a acoger a refugiados o inmigrantes olvidando que en el rostro cansado de cada persona que sufre injustamente debemos saber ver el mismo rostro de Cristo llagado en la Cruz. Pero para poder hacer eso es necesario un ejercicio intenso de sinceridad con uno mismo, de verdadera humildad, al que muy pocos están dispuestos.

 

 

 

 

Por eso ante la crisis de los refugiados que está sufriendo Europa, y que están sufriendo sobre todo y en primer lugar los propios afectados que han tenido que huir ante la violencia asesina del DAESH y la guerra, cada cual se está retratando como lo que es. Hungría aplica de manera estricta las leyes vigentes sobre inmigración, y está en todo su derecho de hacerlo. Alemania empezó abriendo las puertas de par en par a los refugiados, y poco a poco las ha ido cerrando. Y España se conforma con aceptar una cuota de unos 15.000 asilados que, evidentemente, no es ni la décima parte de los que con seguridad van a llegar en los próximos meses.

 

 

 

Hemos creado un mundo tremendamente injusto y cruel con los más débiles. Un mundo desequilibrado por la avaricia, la codicia y la maldad de quienes gobiernan el planeta con el voto inconsciente de los ciudadanos de sus países. Un mundo donde falta la verdadera justicia y la verdadera igualdad, y donde los ricos simplemente gozan de una riqueza que en muchos casos está montada sobre la explotación de los infortunados que nacieron en el sitio equivocado. Estados Unidos, como policía del planeta que ha venido siendo, ha protagonizado algunos episodios muy poco afortunados, moviendo a dictadores para los que no tenía un recambio mejor, y cuyas consecuencias vemos hoy en día.

 

 

 

Había que acabar con Sadam Hussein, con Gadafi y ahora con Bachar al Asad, y lo que venía a cambio era la primavera árabe, acogida con entusiasmo por Occidente como la panacea de las nuevas democracias que habían de llegar también a los países musulmanes. Pero la realidad ha sido muy distinta. La primavera árabe ha extendido el radicalismo yihadista en países donde había sido reducido a la mínima expresión por esos odiosos dictadorzuelos a los que era necesario bajar del trono como fuera, porque ya no respondían a los intereses de Occidente. Así vino Al Qaeda con Bin Laden, así vinieron los atentados de las Torres Gemelas, y así ha llegado el Estado Islámico.

 

 

 

Y hoy Europa ve llegar a miles y miles de familias que huyen de una muerte segura, porque eso reciben el nombre de "refugiados". Y dicen que entre esas familias se están infiltrando en Europa radicales islamistas que pueden hacernos daño; con seguridad así es. Y dicen que estos inmigrantes ponen en peligro nuestro bienestar y lo poco que nos queda de aquel Estado del Bienestar que tuvimos hace décadas. Y con seguridad, así es. Y dicen que España es un país empobrecido que no puede acoger a toda la gente que quiere tener una vida mejor, un lugar donde poder comer a diario y dormir bajo un techo. Y con seguridad, así es. Pero en este programa nos gusta la Verdad, nos gusta la sinceridad y hacemos uso de nuestra libertad para decirlo. 

 

 

 

No se le puede negar el cobijo al que huye de la muerte llevando en brazos a sus hijos. No podemos zancadillear a familias que lo han dejado todo atrás, que llevan en una mochila todo lo que tienen, todo lo que son. Lo ha dicho el Papa Francisco: ¿se acuerdan de María y de José en su huida a Egipto? Los padres de Cristo huían de la matanza de los inocentes. Y Europa, esta vieja Europa que no tiene respuestas para nuestros pequeños problemas domésticos, tampoco parece tenerla para esta situación nueva y relativamente inesperada. Parece no tener una sola voz, porque en realidad lejos de ser una Unión de países con intereses comunes es una asociación para acuerdos económicos de países que no se parecen en nada. Y que defienden individualmente sus problemas internos como pueden.

 

 

 

No pueden pasar todos los inmigrantes ilegales que deseen a Europa, estamos de acuerdo. Han de respetarse las leyes internacionales e incluso las propias de cada país. Debe diferenciarse entre refugiado e inmigrante, y debe comprobarse, de forma individualizada, la situación de cada familia para estudiar si procede conceder un permiso de residencia temporal por razones humanitarias. En definitiva: es necesario el rigor y la seriedad que no estamos viendo en estas últimas semanas para solucionar un problema que nos ha desbordado como civilización. Y que, de no arreglarse pronto, antes del invierno, podría convertirse en el problema más grave que hayamos conocido nunca. Un problema para nosotros y para ellos.

 

 

 

Y pregunto desde ya mismo: ¿Cree que España debe acoger a más de los 15.000 refugiados que le ha pedido la Unión Europea?

 

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 Rafael Nieto es el director del programa de debate “Sencillamente Radio” de Radio Inter de Madrid (programa que se emite todos los domingos de 08:30 a 11:30 horas en esa emisora en el 918 de AM, 93,50 de FM e Internet: http://www.gaceta.es/oir-radio-inter ), y en el que participan habitualmente distintos militantes del Sindicato TNS. 

 

La intervención de Jesús Muñoz en este programa la tenéis en el siguiente enlace:

http://www.sindicatotns.es/index.php?option=com_content&view=article&id=352:los-“refugiados”,-qué-no-te-engañen-también-en-esto-intervención-de-jesús-muñoz-en-radio-inter&catid=11&Itemid=107