Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado
 

 

Esta semana hemos vivido en Madrid el último episodio de una situación verdaderamente rocambolesca, y que no se había dado todavía en la región desde el comienzo de la democracia: estamos a cien días para las elecciones, y por diversas causas, ni los votantes del PP, ni los del PSOE, ni los de IU tienen un candidato a quién votar para el Gobierno regional, y en algunos casos tampoco para el ayuntamiento de la capital.

 

 

En el PSOE, Pedro Sánchez se decidió a ejercer el poder, eso sí no precisamente con métodos muy democráticos, y cortó la cabeza política de Tomás Gómez, que había convertido al socialismo madrileño en un disparate incluso mayor de lo que es el partido a nivel nacional, que ya es decir. Este golpe de timón de Sánchez ha dejado no sólo a sus votantes madrileños sin candidato, sino también sin líder regional, y con la sensación de que la tan cacareada unidad sólo existe en sueños, y como mucho, en algún papelujo.

 

Ya saben que en Izquierda Unida la situación es parecida, aunque por causas diversas. El ascenso de Tania Sánchez, a la sombra de su novio, ha sido el caballo de Troya de Podemos en la coalición comunista, que en Madrid ha quedado prácticamente desmantelada, sin liderazgo, ni estructura, ni candidatos para los comicios de mayo. Mientras, la díscola emergente ya trabaja para el partido de Pablo Iglesias, aunque no oficialmente todavía.

 

Y en el Partido Popular, a falta de guerrillas internas (al menos, no que se sepan), el acostumbrado diletantismo político de Rajoy ha provocado que, a tres meses de las elecciones, los votantes del PP no tengan candidato ni a la Comunidad ni al Ayuntamiento. No puede decidir a quién van a votar por la sencilla razón de que no hay candidatos; y no hay candidatos porque Mariano no quiere que los haya. Así de increíble, pero cierto.

 

Esta situación política, insisto, sin precedentes, y que resultaría ciertamente cómica si no fuera por su gravedad objetiva, nos lleva a preguntarnos qué está pasando en la Comunidad de Madrid, y en general, en los grandes partidos nacionales. Es indudable que la irrupción de Podemos en el panorama nacional ha causado un enorme desconcierto en fuerzas que estaban acostumbradas a repartirse las cuotas de poder sin contar con nadie más. Ahora, el chollo se les ha acabado, y se encuentran con situaciones tan esperpénticas como la de Madrid. 

 

En Vox, Santiago Abascal ya ha anunciado su intención de presentarse a primarias para intentar ser candidato al Gobierno regional. En Ciudadanos, también empiezan a definirse los nombres de los aspirantes al ayuntamiento de la capital. Los pequeños partidos, en definitiva, parecen tener la agilidad, la frescura, la astucia y los reflejos que les faltan a los grandes, estructuras engordadas a base de dinero público, sin capacidad de respuesta a las demandas reales de los ciudadanos. 

 

No sólo eso: Ángel Gabilondo, el hermano de Iñaki, dio el SÍ QUIERO a Pedro Sánchez como candidato a la Comunidad siempre que no se celebrasen primarias y, por tanto, fuese elegido a dedo. Éstos son, los socialistas y comunistas españoles, los que acostumbran a darnos lecciones de democracia a los demás. Los que llaman franquistas a los demás, mientras ellos, sotto voce, exigen dedazos para que no se elija libremente a los candidatos. 

 

Y hoy preguntamos a los oyentes de Sencillamente Radio: ¿puede significar esta crisis de los grandes partidos en Madrid una oportunidad para que fuerzas minoritarias consigan un relativo éxito electoral?

 

******************************************************************

 

 

 

Rafael Nieto es el director del programa de debate “Sencillamente Radio” de Radio Inter de Madrid (programa que se emite todos los domingos de 08:30 a 11:30 horas en esa emisora en el 918 de AM, 93,50 de FM e Internet: http://www.gaceta.es/oir-radio-inter ), y en el que participan habitualmente distintos militantes del Sindicato TNS.