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Santi Potros a la salida de la cárcel de Villena en Alicante. Morell | EFEELISEO TRIGO | EFE 

 

La prueba más evidente de que este sistema que padecemos no admite ya reforma alguna, sino un derribo al menos controlado, es que hemos llegado a un punto en el que, en distintos asuntos, cuando creemos haber tocado fondo, y no poder alcanzar ya un grado mayor de indignidad, de miseria moral o de dislate, ocurre algo que nos echa por tierra la teoría. Nuestros gobernantes (olvídense ustedes de siglas y de partidos) tienen la rara habilidad de superarse a sí mismos en incompetencia, falta de sentido común, carencia del más mínimo sentido de la vergüenza, y por supuesto, ausencia absoluta de empatía con los ciudadanos.

 

 

 

Desde el jueves por la tarde, están en la calle los asesinos etarras Santi Potros y Alberto Plazaola. Entre los dos sumaban condenas de más de 3.000 años de cárcel por numerosos crímenes y matanzas terroristas. Los han soltado tres jueces de la Audiencia Nacional, y merece la pena que ustedes conozcan sus nombres: son Manuela Fernández de Prado, Javier Martínez Lázaro y Ramón Sáez. La razón que han ofrecido es que se les descuentan los años de prisión cumplidos en cárceles francesas en en aplicación de la decisión marco que el Consejo de Europa aprobó en 2008. Legajos que, como quienes los redactaron, son incapaces de valorar el sufrimiento que estos dos canallas han provocado en las decenas de familiares de sus víctimas.

 

 

Ustedes recordarán que, con Rodríguez Zapatero en la presidencia del Gobierno, con sus continuos coqueteos y negociaciones con ETA, con esa forma absolutamente lamentable de tratar este asunto, pensábamos que habíamos tocado fondo. Casi implorábamos que llegase alguien al poder que nos librase de los ocho años de plaga socialista en La Moncloa. Ese alguien era Mariano Rajoy. Y por desgracia, hemos de constatar que, tres años después, aunque nunca hubiéramos creído que sería así, este Gobierno es, al menos, igual de malo.

 

 

Y es que de poco valen las declaraciones del viernes de la vicepresidenta, Sáenz de Santamaría, diciendo que al Ejecutivo no le ha gustado la decisión de la Audiencia Nacional. Es inútil que intenten ahora aparentar que los jueces actúan de manera independiente. Eso, con cuatro décadas ya de democracia, no puede creérselo nadie. Los tribunales responden a una hoja de ruta, anticipada hace años por Francisco José Alcaraz, que no se ha equivocado en uno solo de los acontecimientos que predijo. Era el plan que diseñó Zapatero, que suponemos trasladó a Fernández Díaz en aquella célebre reunión secreta, y que Rajoy está cumpliendo a pies juntillas. El pacto de la ignominia.

 

 

En un sistema como el nuestro, no podemos tener ya la ingenuidad de pensar que esto es el fallo de tres jueces que van por libre. Los tribunales están politizados, sus miembros puestos a dedo por los partidos que gobiernan, y por tanto, cuando ocurren hechos tan repugnantes como la puesta en libertad de estos dos indeseables, y de los que fueron liberados antes y de los que lo serán en el futuro, no podemos buscar responsables más que un sitio: en la presidencia del Gobierno. Rajoy es la persona que prometió, cuando estaba en la oposición, que terminaría con las excarcelaciones injustificadas de etarras. También en esto nos ha mentido.

 

 

Y sí, no les niego lo que ya les he dicho en alguna ocasión, que nos espera un futuro muy negro, desgraciadamente. Esta derecha irreconocible y antiespañola de Rajoy es, calculen ustedes, lo menos malo que hay en la partitocracia nacional. Lo demás son partidos socialistas, comunistas, separatistas o engendros extraños de dudosa procedencia. Y fuera del Parlamento, Podemos, con Errejón, Monedero y Pablo Iglesias, de los que me van a permitir que dude de su voluntad de cambiar en algo el estado de podredumbre que nos asola. 

 

 

Hoy me gustaría poder estar al lado de alguno de los familiares de las 35 personas a las que el miserable de Santi Potros arrebató la vida cobardemente en las masacres de Hipercor en Barcelona o de la Plaza de la República Dominicana en Madrid. Me gustaría que me dijesen qué opinan de los políticos españoles y de los jueces. Me gustaría que fuesen ellos, y no yo, los que pusieran adjetivos a esta España hedionda que sufrimos. Hoy, Sencillamente Radio, una vez más, quiere volver a ser altavoz de las víctimas del terrorismo. Como siempre. Aunque no sirva para nada; aunque no sepamos muy bien qué decir, porque nos hemos hartado de repetirlo. Aquí está este programa, y esta emisora, la Inter, para que, al menos, al Gobierno no le salga gratis.

 

 

Y desde ya mismo, les pregunto: ¿creen que el Gobierno de Rajoy es ya tan negativo como el de Zapatero en el tema del terrorismo etarra?

 

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Rafael Nieto es el director del programa de debate “Sencillamente Radio” de Radio Inter de Madrid (programa que se emite todos los domingos de 08:30 a 11:30 horas en esa emisora en el 918 de AM, 93,50 de FM e Internet: http://www.gaceta.es/oir-radio-inter ), y en el que participan habitualmente distintos militantes del Sindicato TNS.