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Artur Mas y Oriol Junqueras aplauden tras suscribir el pacto de gobierno, el pasado mes de diciembre

 

No tengo ninguna duda de que hoy habrá miles de ciudadanos que van a respirar tranquilos. Lo que en un principio iba a ser una referéndum separatista en toda regla, se va a quedar finalmente en una fiestuqui de frikis, la fiesta de la butifarra pero con urnas de por medio. Si José Antonio, que dijo aquello de que el fin más noble que podían tener las urnas es ser destruidas, viera cómo hoy algunos cientos de miles de paisanos suyos utilizan hasta cajas de zapatos para esta astracanada paleta, indudablemente volvería a su tumba sin dudarlo.

 

 

 

 

Pero más allá del circo, más allá de esta componenda apestosa que sirve para que unos y otros estén más tranquilos e incluso se coman la boca, lo preocupante del asunto es que, sea cual sea el resultado de la cosa, al margen de lo que esta noche se diga desde la presidencia de Cataluña como balance de la jornada, lo que se ha instalado en esa españolísima región es un proyecto que busca la ruptura de España, si no hoy más adelante, pero ruptura al fin y al cabo. No será en 2014 seguramente; pero será tarde o temprano. 

 

 

 

Y ocurrirá por varias razones: la primera es que no hay un Gobierno central al que le importe la unidad de España. Le puede importar, y a veces lo dudo, la vigencia de la Constitución del ´78. Pero la unidad de la Patria, a toda la casta partidista sin apenas excepción, le importa un pimiento. La segunda es que tenemos varias generaciones de españoles que han sido mal educados; chicos a los que se ha robado la enseñanza de la realidad histórica, cultural y política de España, metiendo en sus cabezas ideas fantasmagóricas sobre la democracia, los derechos humanos y otras pamplinas de todo a cien. La suma de una clase dirigente inepta y corrupta, y una sociedad analfabeta y manipulada, es exactamente la España de hoy.

 

 

 

Por eso, es un magro consuelo saber que esta noche no se romperá la unidad nacional. Es muy probable que ni siquiera tenga la policía nacional que dar ni un porrazo. Todo será escrupulosamente limpio, civilizado y democrático. Se votará en cajones de frutas, en cajas de zapatos y en tambores de Dixán, y con lo que salga, dentro de medio año, o en 2016, Junqueras y compañía harán una declaración unilateral de independencia, que es lo que realmente buscan. Con la esperanza de que algún gobierno memo reconozca a Cataluña como Estado independiente. Entonces será cuando Rajoy, o Pablo Iglesias, quien presida el Gobierno para entonces, tendrá el problemón encima.

 

 

 

La España de Belén Esteban, de Jorge Javier Vázquez y de Mario Vaquerizo no está preparada para una ruptura traumática. Aquí es todo "soft", como se dice ahora, suavecito. Primero una chirigota de pan tumaca con papeleta independentista, en medio de sardanas y algún vinillo del Penedés. Luego, nuestro amigo Polifemo diciendo que Cataluña es una, grande y libre. Y para terminar, ya si eso, veremos cómo hacer compatible la unidad de España con la existencia de Cataluña como nación, sin que se nos trabe la lengua ni nos volvamos locos.

 

 

 

De momento, los votantes del PP de Rajoy deberían considerar algunas cosas: primero, que hemos llegado al 9 de noviembre con la incertidumbre de no saber lo que va a pasar gracias a ese "no-mojarme-ni-debajo-del-agua" tan del gusto de Mariano y de Arriola. Segundo, que de todos los argumentos que ha manejado nuestro presidente del Gobierno para negar la posibilidad de celebrar una consulta separatista, en ningún momento nombró la sagrada unidad de España, que es en realidad el único argumento válido. Y tercero, que un partido que debería tener un 100% de autoridad moral para poder enfrentarse a un desafío como el planteado por Artur Mas, está ahora mismo en estado de shock por el sondeo del CIS y los viajes de Monago.

 

 

 

Hoy, en todo caso, es un buen día para recordar que Cataluña nunca ha sido una nación independiente. Que el separatismo catalán, como el vasco y el gallego, responde a la imposición de una minoría que no tiene representación suficiente de la sociedad, pero que ha recibido las prebendas, las ayudas y el respaldo necesario por parte del PP y del PSOE a lo largo de estas casi cuatro décadas de democracia liberal. Y que el pueblo español, dando su voto a estos partidos que han construido la gran traición a España, ha sido el cómplice necesario.

 

 

 

"España cumplió sus destinos universales cuando estuvieron juntos todos sus pueblos, porque España fue nación hacia fuera, que es como se es de veras nación. Cuando los almirantes vascos recorrían los mares del mundo en las naves de Castilla, cuando los catalanes admirables conquistaban el Mediterráneo unidos en naves de Aragón, porque nosotros entendemos eso así, queremos que todos los pueblos de España sientan, no ya el patriotismo elemental con que nos tira la tierra, sino el patriotismo de la misión, el patriotismo de lo trascendental". Los que han robado estas preciosas palabras a los españoles son los responsables últimos de lo que pueda suceder en el futuro.

 

 

 

Y hoy pregunto a los oyentes de Sencillamente Radio: ¿creen que Artur Mas u Oriol Junqueras usarán el resultado de hoy para realizar una declaración unilateral de independencia?

 

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Rafael Nieto es el director del programa de debate “Sencillamente Radio” de Radio Inter de Madrid (programa que se emite todos los domingos de 08:30 a 11:30 horas en esa emisora en el 918 de AM, 93,50 de FM e Internet: http://www.gaceta.es/oir-radio-inter ), y en el que participan habitualmente distintos militantes del Sindicato TNS.