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Categoría: Artículos
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En la tarde del lunes en la misma puerta del Sol, se produjo una bilocación. Miles de personas trataron de revivir un 14 de abril teletransportándolo a un 2 de junio. Este fenómeno paranormal se da en muy raras ocasiones (he leído que jamás se ha dado con multitudes); pero por los gritos y aptitudes, algunas de moviola de celuloide rancio, estas personas estaban viviendo sensaciones con banderas venidas del "más allá", y seguro que no pocos estaban subidos a los troles fantasmas de tranvías imaginarios, y todos fundidos en blanco y negro.

 

Esa imposible bandera, que el 99% de los vociferantes desconocen en su origen, nunca fue una enseña de concordia y hermandad, incluso la I República optó por la rojigualda, que no es una bandera monárquica y menos franquista, sino Nacional, la de todos los españoles.

 

Nos cuenta Castelar, el último presidente de la I República que ese " trapo tricolor" nació en la universidad de Barcelona al fundirse los tres colores de las tres facultades. Por tanto es una bandera gratuita y sectaria porque agrupa a unos españoles y desdeña a otros.

 

Gritan libertad, evocando una república que es hija de una cobardía borbónica y un fraude republicano, su libertad fue la de la antorcha y la cuneta desde el principio, y al otro lado no hubo "rebelión" sino legítima defensa. Una república que se autoprovocó dos golpes de Estado, una república gestada en oscuras logias, una república en donde es asesinado por sus propios agentes un líder de la oposición, es una república que nació muerta....un aborto y esa "libertad" acabó entre los seis metros de la "checa" y el "paseo" hasta la cuneta más cercana.

 

Pero hoy, escuchad, milicianos de piercing y tatuaje, este 2 de junio del 2014 el mundo es diferente... Rusia ha cambiado el paso, condenando vuestro amaneramiento, Alemania es nada sin el euro, en Francia está el enemigo... y los Estados Unidos de Norteamérica viven su bancarrota con alegría.

 

Nadie vendrá a aplaudir esta III República... Yo, como republicano, os invito a tejer una nueva bandera que nos hermane a todos, olvidar la guerra, porque las guerras cuando se pierden es para siempre, preguntádselo a Alemania. Caminemos pues hacia nuestra III República, sin separatismos, sin antiguos rencores... seamos por una vez, ESPAÑOLES.

 

Los que estuvieron en Sol no saben de esa bandera imposible o desconocen su historia, o peor todavía, desean repetirla. Si es así, será peor para todos. Sin esa bandera imposible... ¡VIVA LA REPÚBLICA!