De Juana Chaos en Caracas (Venezuela)
Hace tiempo que les vengo comentando una idea que me viene a la cabeza de manera recurrente, y que se ha convertido en una de mis principales preocupaciones en relación al futuro de España. Vivimos en un país donde nos hemos acostumbrado a que lo impresentable, lo inmoral, lo ilegal, lo que no debería tener cabida más que en lugares a donde todavía no ha llegado la civilización, sea lo normal, lo habitual, y por tanto, todos le damos carta de naturaleza a lo que no son sino absolutas aberraciones. Es por ello que nuestra capacidad de sorpresa, algo natural en las personas, prácticamente haya desaparecido o se dé en muy rara ocasión o circunstancia.
Hace unos días, una cadena de televisión ofrecía unas imágenes en las que se veía perfectamente al asesino etarra Ignacio de Juana Chaos paseando el carrito de su bebé en Venezuela, y acompañado de su pareja. De Juana, que ha matado a 25 personas inocentes, se encuentra huido de la Justicia desde 2010, momento en el que, aprovechando el tipín que se le quedó tras una huelga de hambre-trampa, decidió que no le apetecía volver a la cárcel, y puso pies en polvorosa. Desde entonces, se le ha visto paseando por distintos lugares de Irlanda con la misma tranquilidad con la que ahora lo hace en Caracas.
A este pájaro, De Juana, al que pillaron en un bis a bis de alto voltaje con su novia mientras se debatía entre el jamón de York, los quesitos o el membrillo en la habitación de hospital donde tramitaba su hambruna esquelética, al menos lo hemos visto. Sabemos que está, e incluso sabemos dónde está. No podemos decir lo mismo de otra sanguijuela etarra, Josu Ternera, que decidió también que él no estaba hecho para el presidio, y echó a volar, como buitre que es, a tierras ignotas. Se fue en noviembre de 2003, hace más de diez años por tanto, y ni está ni se le espera. Bajó a por tabaco, y hasta hoy.
En cualquier otro país, en un lugar serio, sería absolutamente impensable, y completamente imposible, que dos de los asesinos más sanguinarios, dos terroristas de altísima peligrosidad, estuvieran libres, huidos de la Justicia. ¿Se imaginan al Gobierno de Estados Unidos permitiendo que saliera del país, como si nada, uno de los implicados en el 11-S? Simplemente, es imposible. Bueno pues aquí, insisto, no sólo es que ocurre, sino que el conjunto de la sociedad nos hemos acostumbrado a que ocurra, y como se da por normal, prácticamente ni se habla de ello. Se considera uno de esos males inevitables, como las inundaciones, los terremotos o la sequía.
Decía el ministro de Interior, señor Fdez Díaz, que confía en que la Justicia venezolana (dependiente, por si no habían caído en ello, del ínclito Nicolás Maduro, el del pajarito de Chávez) "colabore con España como ha hecho en otras ocasiones". Nuestro responsable de Interior "espera que Venezuela colabore". No, mire, Vd. no espera nada; usted tiene que exigir al Gobierno venezolano que, a toda prisa, atrape a ese malnacido y lo ponga a disposición de nuestros tribunales para que reingrese en la cárcel, que es el único lugar donde puede estar ese elemento. Pero ya lo ven: los jueces no hacen nada, las leyes son papel mojado, los ciudadanos nos acostumbramos al caos, y los políticos a lo suyo: a decir mamarrachadas y a vivir del cuento.
Yo me pongo en la piel de alguna de las familias de las 25 víctimas de este miserable llamado Ignacio de Juana Chaos. A mí no me da igual, yo me considero víctima del terrorismo, porque ETA ha matado a más de mil compatriotas inocentes con la complicidad de un Estado inútil e incapaz a la hora de garantizarnos la seguridad. Yo no me acostumbro a la golfada ni a la sin-ver-gon-zo-ne-ría. Esa bestia inmunda tiene que pagar hasta el último día de su condena, sin reducción posible de la pena, porque ni se ha arrepentido ni ha pedido nunca perdón a sus víctimas. Pero en fin, qué vamos a esperar de un país donde hasta una conocida marca de refrescos contrata a amigos de De Juana Chaos para que le haga los spot de publicidad. Así nos va.
Hoy, ya lo saben, estamos en jornada de reflexión y no se puede hablar de la campaña electoral, ni inducir el voto a ninguna de las fuerzas que se presentan a los comicios. Les ruego, por tanto, que eviten alusiones electorales en sus intervenciones y nos centremos en el tema que hoy hemos elegido: los asesinos etarras que huyen de la Justicia sin que aquí pase absolutamente nada. Por no haber, no hay ni dimisiones.
Hoy pregunto a los oyentes de Sencillamente Radio: ¿cree Vd. que De Juana Chaos y Josu Ternera no son detenidos porque su libertad forma parte de la hoja de ruta diseñada por Zapatero para que el mundo aberchale consiga la independencia de Vascongadas?
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Rafael Nieto es el director del programa de debate “Sencillamente Radio” de Radio Inter de Madrid (programa que se emite todos los domingos de 08:30 a 12 horas en esa emisora en el 918 de AM, 93,50 de FM e Internet: http://www.intereconomia.com/oir-radio-inter ), y en el que participan habitualmente distintos militantes del Sindicato TNS.