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Recuerdo perfectamente que, hace un par de años, cuando estando ya en plena crisis económica algunos desconfiábamos de la propaganda política que hablaba de los brotes verdes, se nos acusaba de "alarmistas" y "exagerados" a quienes augurábamos que volveríamos a ver el hambre y la miseria en España. No éramos adivinos, ni tarotistas, ni teníamos acceso a información confidencial. Era puro sentido común. Sacar conclusiones lógicas de hechos incontrovertibles. Leer el artículo completo...

 

El despilfarro en España, asociado a ideas políticas mayormente socialistas y separatistas (aunque no sólo), tiene muchos años de vigencia. En realidad, casi tantos años como tiene nuestra ya cada vez menos joven democracia. En el momento en que nuestra clase dirigente comprendió que el servicio público era una pérdida de tiempo, y que de lo que se trataba era de crear un gran negocio exclusivo para unos pocos, los elegidos en las urnas, en ese momento empezó a germinar la corrupción.

La corrupción empieza siendo siempre una actitud amoral, y es después cuando se concreta en actos de enriquecimiento ilegal. Donde no hay una espiritualidad que asiente los valores de la honradez y la dignidad en lo transcedente, termina habiendo un vacío que, salvo honrosas excepciones, desemboca casi siempre en la amoralidad. Así, el panorama político español, tan repleto de sinvergüenzas y caraduras, no es casual sino causal. Es lo menos que puede pasarle a una sociedad que ha tirado a la basura siglos de cultura y valores cristianos.

Todo esto sería un esperpento con trasfondo judicial si no fuese porque, además, tiene consecuencias concretas para otros seres humanos. El Ayuntamiento de Barcelona ha detectado casi 3.000 casos de niños que padecen malnutrición. Niños que no desayunan ni cenan regularmente, y que a veces se desmayan porque no han ingerido los nutrientes necesarios para su edad y actividad. Hablamos, sobre todo, de hijos de parejas que apenas tienen ingresos y que empiezan a saber, en primera persona, lo que significa la palabra HAMBRE.

La Generalidad catalana se gasta cada año 32,8 millones de euros en mantener la red de embajadas por todo el mundo, ubicadas en los barrios más caros y exclusivos de las ciudades más importantes del planeta. Estamos hablando de casi 5.500 millones de pesetas. ¿Saben cuánto cuesta dar un desayuno y una merienda decentes a los niños catalanes que aprenden matemáticas con ruidos en el estómago? Poco más de 200.000 euros. No llega a 30 millones. 

Tener una oficina del separatismo catalán en el edificio más exclusivo de Nueva York, el Rockefeller Center, cuesta la friolera de 473.000 euros al año. La de París, 416.000 euros. Embajadas en las que se insulta a nuestra amada Patria, en la que se tergiversa la Historia y se intentan vender mentiras de consenso de la casta política española..., sobre el hambre de los niños catalanes. No, no es demagogia, es la verdad. Sobre el hambre de los niños.

Y mientras tanto, ¿saben cómo reacciona la sociedad catalana ante este escándalo que abochorna a cualquier persona con algo de sentido de la vergüenza? Pues les cuento: según un sondeo conocido esta semana, ERC ganaría las próximas elecciones autonómicas en caso de celebrarse ahora. O sea, el partido que más ha promovido este indecente despilfarro de dinero público. El partido que más odia a España, y por tanto, el que más odia a Cataluña. Conclusión: parece que a los ciudadanos catalanes (y podemos añadir, Y ESPAÑOLES) nos gusta que nos maltraten. 

Por si fuera poco, el ínclito Artur Mas agradecía esta semana al FC Barcelona (el club de fútbol que más triunfos consiguió durante el franquismo) que haya incluido la bandera separatista en su segunda equipación, que ahora consistirá en una senyera con forma de T. A la vez, el Gobierno catalán ha organizado un simposio titulado "España contra Cataluña" recordando la "represión y la opresión" que, según estos elementos, ha ejercido el cuerpo sobre su órgano.

3.000 niños sin desayunar y sin cenar. Con un ruido de tripas de espanto. Niños que se desmayan mientras les enseñan Educación para la Ciudadanía en versión catalana. Familias, a la vez, esquilmadas y adoctrinadas. Robadas para poder perpetuar un sistema suicida con el que ya no tragan ni los ectoplasmas de Bruselas: Dragui le ha exigido a Rajoy que acabe de una vez con el despilfarro de las autonomías, que ellos, con su metalenguaje, llaman "gasto público improductivo".

España era, a mediados de los sesenta, la octava potencia económica del mundo. Nuestra unidad como patria era indiscutida, y precisamente desde esa unidad logramos ser una nación pujante y próspera, un país con futuro. Hoy, lo que queda de España es un despojo con el que nuestros peores enemigos internos aúpan la bandera de la traición. Su felonía no es solamente un motivo de escarnio para los patriotas; es también una de las causas por las que, muchas décadas después, hemos vuelto a conocer el hambre y la miseria.

 

Rafael Nieto es el director del programa de debate “Sencillamente Radio” de Radio Inter de Madrid (programa que se emite todos los domingos de 08:30 a 11:30 horas en esa emisora en el 918 de AM, Internet: www.radiointer.com ), y en el que participan habitualmente distintos militantes del Sindicato TNS.