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Nació en el Ferrol el 20 de mayo de 1891, hijo de un marino de guerra que participó en los combates de Cuba. Juan Antonio Suanzes, como su padre, también formó parte de la Armada Española.

 

Fue fundador del Instituto Nacional de Industria (INI) en 1941, del que fue presidente hasta que presentó su dimisión en 1973 por discrepancias con el nuevo gobierno de corte liberal.

 

En 1937, en plena guerra civil, se escapó de la zona roja y tras desembarcar en Marsella se las ingenió para presentarse en Salamanca, donde se encontró con su amigo de la infancia Francisco Franco. Colaboró en la restauración de la flota española que, lógicamente, estaba maltrecha por la guerra.

 

Al constituirse el primer gobierno nacional se crea el ministerio de industria y comercio en 1938, ocupando su cartera hasta 1939, fecha en la que se hace cargo de la dirección de Industrias Navales Militares del Ministerio de Marina.

 

Aunque muy cercano a los grupos católicos monárquicos que se habían sumado al alzamiento, enseguida se vio identificado con el nacional sindicalismo, formando parte del Consejo Nacional del Movimiento, contando siempre con el respaldo de los falangistas, en el permanente enfrentamiento con el tradicional capitalismo español del sector empresarial y bancario.

 

Suanzes se decidió por la extensión e implantación de empresas en lugares de poca historia industrial, para de esta forma poder desarrollar industrial y laboralmente todas las zonas de España. Su política se caracterizó por el desarrollo industrial basado en la autarquía, entre otras cosas, por el aislamiento internacional que sufría España.

 

Influido de pleno por la doctrina social de la iglesia, y por el nacional sindicalismo de la Falange, dio paso a la participación popular en las empresas que se iban creando: Camiones Pegaso (ENASA). Celulosa (ENCE). Líneas aéreas (IBERIA y AVIACO). Electricidad (ENDESA y ENHER). Siderometalúrgica (ENSIDESA). Refinería de petróleo (REPSOL). Fertilizantes (ENFERSA). Promociones turísticas y hoteleras (ENTURSA). Aeronáutica (CASA). Construcciones Navales Militares (BAZAN). Armamento (SANTA BARBARA). Minería (HUNOSA). Todas estas empresas y otras muchas formaron parte de lo que fue conocido como grupo INI (Instituto Nacional de Industria) al que se unieron una vez potenciadas las ya existentes Telefónica, CAMPSA, Astilleros Españoles (AESA). Altos Hornos, Tabacalera, Azucareras, RENFE, …

 

Fundación ingeniosa por parte de Suanzes fue la creación de nuevas empresas de fabricación de componentes que servían para abastecer de piezas a las empresas, factorías de mayor volumen como, por ejemplo, la sociedad general de cables eléctricos que llevó la electricidad a empresas, ciudades, pueblos, hogares, vías férreas, puertos y aeropuertos. Fabrica de electricidad en Almonacid. Empresa nacional de hélices fueron ubicadas en varios puntos de España incluso en el entonces territorio nacional del Aiún que se benefició de la industria y fabricación de fosfatos (ADESA), y así hasta cerca de cuatrocientas empresas que hicieron la vida más próspera a las gentes de España tanto por sus servicios, como de empleo de mano de obra.

 

En 1958 siguiendo “sugerencias” de las potencias europeas, un grupo de chupacirios entre los que figuraban Alberto Ullastres, Mariano Rubio y López Bravo lograron que el INI quedara fuera de los Presupuestos Generales del Estado para recurrir a la financiación privada, disminuyendo su autonomía pasando a depender del mercado financiero.

 

Juan Antonio Suanzes, al igual que el resto de los cargos falangistas, presentaron su dimisión por no estar de acuerdo con el giro liberal que daba el gobierno. La herejía liberal comienza una peligrosa marcha hacia el capitalismo guiadas por las hordas del Opus.

 

Por lo citado llegaron los llamados planes de estabilización, con liberalización y subida de precios y congelación de salarios cumpliendo el dictado de los deseos del banco mundial, lo que supuso la paralización de los planes de expansión y desarrollo, dando lugar al desempleo, a la estrechez económica en los hogares y a la inmigración de más de trescientos mil españoles a la Europa del plan Marshall.

 

Como suele suceder, unos hicieron todo en políticas sociales, económicas, culturales y obra pública, para que otros se apunten de forma golfa, un éxito económico al servicio de las multinacionales, todo esto fue conocido como el “milagro español”.

 

Cuando un grupo de periodistas extranjeros asombrados por el “milagro” preguntaron a que era debido semejante éxito, alguien que sabía algo de eso respondió que no era un milagro, que todo era la consecuencia de veinte años de esfuerzo y trabajo bien hecho por todos los españoles. Ese alguien se llamaba Francisco Franco y seguro que sabía un poco de ese tema.

 

Juan Antonio Suanzes murió el 5 de diciembre de 1971, dejando convertida en potencia industrial y económica a su querida España.

 

Memorias T.N.S.