Decía el genial Quevedo "Donde hay poca justicia es un peligro tener razón", y si hay una nación paradigmática de esa “poca justicia” en este mundo de manicomio en régimen de autogestión que nos ha tocado vivir, sin duda alguna esa es España, así que se convierte en profesión de riesgo el tener razón, en osadía sin límites el expresarlo sin tapujos, y no digamos ya lo cercano que se coloca uno de la muerte civil si lo hace públicamente, pero que se le va a hacer, parafraseando a otro grande, Chesterton y su "llegará el día en que será preciso desenvainar una espada para afirmar que el pasto es verde", algunos ya hemos desenvainado la espada hace tiempo, porque ese día llegó hace mucho, y no estamos dispuestos a volverla a introducir en su funda sin lucha, y sin miedo a las consecuencias que, en este caso, sin duda alguna, no serán peores que las causas.
Y es que hay decirlo a los cuatro vientos porque es verdad: ¡Sí, la inmigración que está sufriendo España (por supuesto, no sólo España) es una invasión, y sí, la inmigración está relacionada con la delincuencia!. Y no sólo hay que decirlo porque sea verdad, sino porque el ocultarlo o el no atreverse a decirlo es seguir dando pasos hacia un abismo que cada vez está más cerca y que nos engullirá a todos sin remisión y antes de lo que muchos creen, sí a todos, incluidos los que lo ocultan y/o no se atreven a decirlo.
Podría dedicar estas líneas a dar datos exhaustivos y siempre según fuentes oficiales de, por un lado, el alto porcentaje de población no española o de origen no español que ya habita en nuestra Patria, y , por otro lado, el alto porcentaje de delitos cometidos por esos extranjeros o “nuevos españoles”, pero considero más importante que los datos, que están al alcance de todos, yo mismo los he publicado muchas veces, y sabemos que son demoledores, el que esta reflexión sirva para que los españoles den un paso al frente para frenar y, ojalá, revertir esta situación.
Todos los días sin excepción los medios de comunicación (incluidos aquellos a los que yo denomino MMM, Medios de Manipulación de Masas, que son la inmensa mayoría y los más poderosos y los que, de momento, llegan a más personas), bien porque quieren rellenar espacios en sus informativos y/o en sus tertulias, bien por conveniencia estratégica, bien porque no les queda más remedio ya que no pueden ocultar la realidad por mucho que se empeñen en ello, o por todo lo anterior a la vez, nos bombardean con esos datos oficiales (aunque bastante maquillados) que demuestran que España está siendo invadida, su población reemplazada por población de origen no español, y que este fenómeno va a más, aunque esos MMM lo intenten convertir en un hecho “megapositivo”, “supercool” y “chupiguay” para nuestra patria (ellos la palabra “patria”, claro está, no la utilizan) y oculten sus consecuencias, y lo hacen dejando claro de manera implícita o explícita que aquel que se atreva a decir que este fenómeno tiene consecuencias negativas es un xenófobo, un racista, un ultra y, por supuesto, un fascista. Lo vemos y oímos TODOS los días, sin excepción, y difundido por los mismos que, ¡qué casualidad!, también nos mienten y/o manipulan sobre el resto de los temas cotidianos bien sean estos netamente políticos o ideológicos, sociales, climáticos, sanitarios, culturales, religiosos, económicos, biológicos…, así que no considero necesario por motivos de espacio y tiempo el desplegar aquí cifras que ya se encargan los MMM de difundir, y que yo mismo he expuesto y comentado en repetidas ocasiones en redes sociales o allí donde se me permite hacerlo.
De igual manera, todos los días sin excepción los medios de comunicación (incluidos, por supuesto, los MMM) también mencionan el tema de la delincuencia creciente, sobre todo la violenta y perpetrada de manera más criminal y salvaje, y también lo hacen bien porque quieren rellenar espacios en sus informativos y/o en sus tertulias, bien por conveniencia estratégica, bien porque no les queda más remedio ya que no pueden ocultar la realidad por mucho que se empeñen en ello, o por todo lo anterior a la vez, pero como aquí les sería difícil convertir este fenómeno delincuencial en un hecho “megapositivo”, “supercool” y “chupiguay” para nuestra patria, hablan de él de manera más “objetiva” e informativa (aunque minimizando los datos reales), pero intentando ocultar y/o manipular un “pequeño detalle”, que es el que TODOS los españoles conocen: que la inmensa mayoría de estos delitos, sobre todos aquellos más criminales y más salvajes, los cometen personas residentes en España pero de origen no español. Alguien dirá ¿Y los españoles no cometen delitos? Claro que sí, de hecho en España siempre se han cometido delitos y los autores eran, son y serán españoles de pura cepa, y desgraciadamente en los últimos 50 años mucho más que anteriormente (obviamente es otra consecuencia más del Régimen del 78), pero, desgraciadamente, lo normal es eso, que los españoles cometan delitos en España. Como lo es que, por ejemplo, los marroquís los cometan en Marruecos, senegaleses en Senegal, colombianos en Colombia, rumanos en Rumania, chinos en China, etc, pero lo que no debería ser normal es que la mayoría de los delitos en España los cometan no los españoles, sino los marroquís, los senegaleses, los colombianos, los rumanos o los chinos (por mencionar sólo el origen o las nacionalidades del ejemplo anterior, y no hacer interminable esta relación). Y aunque los MMM intenten ocultar nacionalidades, origen, nombre o imágenes de los delincuentes (cosa que todos sabemos que no hacen cuando son españoles de verdad), o jueguen con trampas legales de llamar español al que se le ha regalado la nacionalidad, el hecho objetivo e irrefutable es el que acabamos de mencionar, de que la inmensa mayoría de los delitos los cometen personas de origen no español. Y no sólo ocultan y manipulan la verdad, sino que como en el caso de tergiversar informaciones que demuestran que España está siendo invadida y su población reemplazada, también lo hacen dejando claro de manera implícita o explícita que aquel que se atreva a decir que la inmigración está relacionada con la delincuencia, es un xenófobo, un racista, un ultra y, por supuesto, un fascista. También aquí podría facilitar datos demoledores que avalan esta afirmación, datos oficiales, datos ofrecidos por policías que en muchos casos son sancionados por decir la verdad, datos que corroboran jueces, abogados o fiscales y funcionarios de todas las administraciones que siguen las causas abiertas por esos delitos, datos que algunos intentamos, modestamente, reflejar a diario (y de manera muy limitada) en redes sociales y aquellos lugares, pocos, muy pocos, donde se nos permite hacerlo, pero no lo voy a hacer en este artículo.
Y ahí está el quid de la cuestión, el arma doble que utiliza el sistema para mentir descaradamente sobre el fenómeno de la invasión, el reemplazo de la población española y la relación de delincuencia con inmigración. Por un lado, se manipula, oculta y tergiversa información veraz e importante, por bastardos interés, y por otro lado se insulta, injuria, calumnia y persigue a aquel que se le ocurra decir la verdad y/o desentrañar los objetivos de todos aquellos “promigracionistas” que no sólo son políticos y MMM, aunque sí los más reconocidos.
Pero el español, aunque la mayoría no se atreva a decirlo por diferentes motivos, pero todos estos motivos relacionados con que en España no hay justicia, con que nos gobiernan criminales y con que la presión social ya mencionada es agobiante, sabe lo que ocurre porque lo ve y lo sufre a diario.
El español sabe, porque lo ve todos los días, independientemente de lo que le digan los que “persiguen el odio”, que en sus barrios y ciudades hay cada vez más “no españoles de origen”, que en algunos lugares incluso los “españoles de origen” son minoría, que la “identidad, costumbres y tradiciones” de esos lugares están en vías de extinción y que, también lo ve a diario, eso no implica ni prosperidad, ni progreso, ni paz, ni enriquecimiento cultural, ni ninguna de las milongas que le dicen los políticos y los MMM, sino todo lo contrario.
Y sabe, porque lo ve todos los días, independientemente de lo que le digan los que “persiguen el odio”, que en sus barrios y ciudades las ayudas en materia de educación, sanidad, vivienda, “paguitas”, cursos, actividades, etc, van cada vez más hacia las personas de origen no español, personas que en su inmensa mayoría (ellos o sus padres) han llegado de manera ilegal a España o como “turistas”, se les ha permitido quedarse de manera ilegal, se les ha regalado permiso de residencia y nacionalidad (si es que la quieren) y se están quedando con aquellos servicios que, bien o mal administrados, antes estaban destinados a ellos porque eran españoles y a sus padres, abuelos, etc, que también lo eran, y todos ellos habían colaborado de alguna manera a que España prosperase y los españoles pudieran “disfrutar” esos servicios. Ah, y el español ya sabe que también es mentira aquello de que esos venidos de fuera que viven a costa de los que trabajan y viven honradamente, van a pagar nuestras pensiones.
Y sabe, porque lo ve todos los días, independientemente de lo que le digan los que “persiguen el odio”, que en sus barrios y ciudades hay cada vez más delincuencia, tanta que a veces temen por sus vidas, eso si no han sufrido ya las trágicas consecuencias de la delincuencia y criminalidad más salvaje, y aunque los “perseguidores del odio” intentan ocultar la nacionalidad de los delincuentes, a la vez que el cabreo creciente de los españoles, el español sabe perfectamente quién le roba, quién le agrede, quién le viola, quién le amenaza, quién le llena las calles de mierda, quién entra en su casa y hasta se la ocupa, quién le impide jugar en calles o parques, quién le hace el mataleón, quién le intenta estafar, quién le ha obligado a cambiar de hábitos o de residencia o incluso de localidad, quién le hace la vida imposible,… y sabe que en su inmensa mayoría son individuos de origen no español, y lo sabe, porque lo sufre a diario y porque en muchos casos, aunque se fuera de donde ha vivido siempre, no lo olvidará porque el susto y/o las consecuencias han sido trágicas.
Y por eso el sistema miente y amenaza, porque sabe que para que se cumplan sus objetivos tiene que mentir mucho y amenazar muy gravemente para ocultar la VERDAD, que cada vez es más conocida y de consecuencias más dramáticas. Por eso, si dices la verdad, “el malo eres tú”, porque quienes mienten y amenazan le llaman odio a la verdad, ya que ellos odian la verdad.
Y por eso algunos, hace ya muchos años, intentamos, por un lado, que se sepa la verdad y, por otro lado, que los españoles dejen de tener miedo al sistema injusto y manipulador, porque ese miedo les va a traer aún peores consecuencias que el enfrentarse a ese sistema.
Y por eso hay que luchar por defender la verdad y defender lo nuestro, y hacerlo todos los días, y hacerlo en el barrio, en el pueblo, en el trabajo, en los centros académicos, en las reuniones de vecinos, en la compra, en los lugares de ocio, en los medios de transporte, en las redes sociales o en los medios de comunicación los que tengamos acceso a ellos… y gritarlo si es necesario, para que los más timoratos que lo piensan y no se atreven no sólo a decirlo, sino casi ni a pensarlo por el que dirán, se den cuenta de que no son los únicos que piensan así, y para que los MMM no puedan vomitar sus mentiras y su odio contra los que decimos la verdad sin que haya una opinión pública muy distinta a la opinión “publicada” que hasta ahora se había impuesto y que construyen ellos.
Nos jugamos mucho más que lo que nos imaginamos, el ejemplo de muchas ciudades europeas es claro y contundente (aunque también intenten ocultárnoslo y manipulen la verdad en este asunto), así que tú decides si ser derrotado sin lucha y con consecuencias devastadoras, o ser “el malo” para aquel que ha escrito un guion infame y pensando en sus bastardos intereses, para aquel que basa su victoria, y tu derrota, en que por miedo a lo que digan de ti no vas a luchar por lo que es justo, para aquel al que sí, se le puede vencer si se lucha.
Recuerda, no es odio decir la Verdad y menos aún cuando se busca el bien común, y la verdad en este tema es que ¡Sí, es una invasión, y sí, la inmigración está relacionada con la delincuencia!
No te lo calles, si no encuentras otros motivos, que los hay, y muchos, hazlo simplemente por tu bien.
Jesús Muñoz
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