Legislatura tras legislatura se demuestra que el PP es el coche escoba del PSOE. Cuando el PP gana unas elecciones, no sólo no deroga las leyes como había prometido hacerlo, sino que las consolida y las desarrolla con más inmoralidad que el propio PSOE, lo que demuestra que uno y otro practican la misma filosofía masónica.
Rajoy, después de perder dos elecciones con Zapatero, fue a ponerse el mandil a Veracruz (México) bajo el rito escoces renovado y aceptado (RERA), ¿le asegurarían que ganaría las próximas elecciones si dejaba de incordiar con el atentado criminal en los ferrocarriles de Madrid?. Viendo los resultados y actitud del entonces presidente del PP todo indica que así fue.
El PP en Galicia y Vascongadas está en manos masónicas, el antiguo secretario de cultura José María Lassalle es masón, Jorge Moragas es masón, según el historiador Ricardo de la Cierva, la maniobra llamada centro-reformismo es una clara decisión masónica, y Javier Otaola pertenece a la gran logia simbólica de España (GLSE), llegando a ocupar el cargo de gran maestro, además de ser miembro del supremo consejo masónico de España.
Alfonso Rus Terol, que aparte de diputado autonómico del Partido Popular, fue alcalde de Játiva y presidente de la diputación de Valencia, se sabe que financiaba exposiciones masónicas. También se sabe que el PP apoyó la recusación a la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia (España), entre otros de los promotores de este intento de evitar la visita destaca la exministra Ana Pastor.
Alberto Ruiz Gallardón, entre otros cargos, antiguo alcalde de Madrid y antiguo ministro de justicia, además de ser visitante al club de Bilderberg, fue el que mandó plantar el obelisco (símbolo masónico) de la Plaza de Castilla de Madrid delante del monumento a José Calvo Sotelo, precisamente asesinado en julio de 1936 por miembros del PSOE pertenecientes a la masonería. Como se sabe todos los alcaldes masones al acabar su mandato “regalan” a su ciudad un obelisco o una pirámide; Mitterrand colocó a la entrada del Louvre una pirámide de repugnante mal gusto, como testimonio de sus obras, pirámide compuesta de 666 láminas de vidrio triangulares, el número de la bestia y el símbolo del triángulo masónico.
Leyes como la del aborto, matrimonio homosexual, retirada de símbolos religiosos, memoria democrática, de género, positivismo feminista y demás propósitos globalistas masónicos, fueron decisión del PSOE que, luego afianzó el PP. Unos las firman y otros las confirman. Moreno Bonilla y Elías Bendodo rinden homenaje en Andalucía a Blas Infante: masón de RERA que tras su conversión al islam en 1924, recitó su profesión de fe en la mezquita de Agmat, cerca de Marrakech, y ante la tumba de Muhámmad al-Mutámid, último rey musulmán de la taifa de Sevilla, renegó de su nombre cristiano, Blas, y adoptó el islámico de Ahmed, de uso secreto por la taqiyya”- La taqiyaa es una indulgencia que permite a los islamistas romper cualquier precepto del islam, para actuar sin ser descubierto como musulmán, para así mejor lograr objetivos islamistas, incluso actos terroristas.
José María Aznar ha tenido múltiples y gloriosos contactos con miembros de la logia de Yale (USA), Order Skull and Bones (SAB), Orden de la Calavera y de los Huesos. Es de recordar la condena que hizo de un próspero periodo de la historia de España, el franquiismo, en el que colaboraron activamente su abuelo y su padre, en un pleno extraordinario de las cortes españolas en 2002, para más INRI un 20 de noviembre, siendo el propio Aznar presidente del gobierno. También es de destacar su poco interés en aclarar el citado crimen a bombazos en los trenes de Madrid, pese a que sus palabras "Los que idearon el 11-M no están ni en desiertos remotos ni en montañas lejanas" fueron más que alarmantes. A todo esto, hay que añadir sus estrechas relaciones con el imperio sionista, bodorrio de su hija incluido, en el cual estuvieron presentes los condenados a prisión, sin cumplirla, la famosa pareja conocida como los Albertos.
Son ilustres visitantes del ya mencionado club de Bilderberg: los en su día líderes del PP: Esperanza Aguirre, Jaime Carvajal y Urquijo, María Dolores de Cospedal, Manuel Fraga Iribarne, Loyola de Palacio, Alberto Ruiz Gallardón, Soraya Sáenz de Santa María, Federico Trillo Figueroa, por cierto, también lo ha sido la antigua reina Sofía de Grecia, entre otros muchos.
También es conveniente citar la aburridas y apestosas conferencias dadas en las logias masónicas por el seboso y pálido exministro José Manuel García Margallo.
El alcalde de Madrid José Luís Martínez Almeida (el caniche), además de entregar las llaves de la villa al asesino guerrillero comunista y posteriormente presidente de Colombia Gustavo Petro, ha colocado un monumento en el centro de Madrid en honor a los más de 400 milicianos madrileños huidos a Francia después de la Guerra Civil, donde fueron apresados e ingresados en un campo de concentración por los alemanes. Ni que decir tiene que, su salida por patas al país vecino fue para evitar el ser juzgados por su criminal participación en los “paseos” de Paracuellos, Aravaca e incluso por arrojar católicos vivos a la jaula de las hambrientas fieras del Parque del Retiro y que fueron devorados antes de morir, durante la Guerra Civil.
La agenda 2030 en la que también se mueve el PP, como se puede comprobar, es cuestión de mandiles.
Carlos Rodríguez