Los gorriones del liberalismo no paran de piar mentiras en sus permanentes halagos a la constitución, conocida como del 78, que lleva 45 años maltratando a España.
En 1967 se aprobó en referendo la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado, y en 1976, también fue refrendada y aprobada la Ley de Reforma Política. Ni una ni otra ley suponían ruptura alguna entre el régimen que gobernaba Franco, y el que iba a ser regido por Juan Carlos I, sucesión y reforma era lo acordado y aprobado en plebiscito nacional.
Adolfo Suarez, Ministro Secretario General del Movimiento, es nombrado presidente del gobierno. Este elemento, junto al Borbón, encabezaron un periodo de disparates, mentiras y traiciones del que en la actualidad seguimos pagando sus consecuencias.
En 1977 deciden proclamar una amnistía general que puso en la calle a toda clase de malhechores, delincuentes y terroristas, además de facilitar la vuelta a España de la chusma de criminales huidos al extranjero por su responsabilidad en los crímenes durante la guerra civil. Este hecho (amnistía), supuso la ruptura definitiva con el régimen surgido de la victoria del bando nacional, en la Santa Cruzada de Liberación Nacional (así la denominó el vaticano).
Se legalizaron todos los partidos políticos, incluso los de formación marxista, en contra de lo acordado entre los políticos y las instituciones de la época, incluido el ejército. Enseguida los advenedizos cargos del movimiento de “sensibilidad” falangista derivaron hacia el nuevo PSOE encabezado por los jóvenes hijos de esos falangistas, protegidos del movimiento todos ellos, arrastrados servidores de la jerarquía iluminista. Precisamente el PSOE había decidido desde el congreso de Suresnes (octubre de 1974) abandonar el marxismo originario, para poder acceder a las sacas, esta vez de dinero, del internacionalismo socialdemócrata (masonería pura).
A los tradicionalistas se les desvía hacia campos de la derecha, monarquía parlamentaria liberal y democracia cristiana, y algunas excepciones que tras caer en el regionalismo acabaron absorbidos por los separatismos aldeanos.
Adolfo Suarez presidió la candidatura al congreso de diputados, todavía Procuradores en Cortes, por el partido Unión de Centro Democrático (UCD).
Las elecciones las gana por mayoría simple el citado ministro de Franco y presidente del gobierno durante la última fase del movimiento nacional. Las cortes y el gobierno son formados para legislar con las leyes de entonces; eran cortes legislativas y no constituyentes. A pesar de ello, se confabularon unos y otros para hacer una constitución, aprobada en cortes el 31/10/1978, que una vez sometida a referendo fue aprobada por mayoría simple. De todo esto se desprende que la constitución fue un acto ilegal, y que, por consiguiente, su aplicación fue un golpe de estado.
En la redacción de la ilegal constitución que fue hecha bajo constantes presiones del separatismo, intervinieron liberales, socialdemócratas, democristianos, marxistas y algún que otro separatista.
“A la constitución, desde el congreso constituyente, se le olvidó el término nación española, que pudimos incluirlo el profesor Julián Marías, y yo desde el senado tras un inolvidable encuentro en la terraza del casino de Madrid y un borrador que aceptaron el Rey y el presidente Suarez, mejorándolo”.
–Ricardo de la Cierva-
Los demócratas constitucionalistas se reúnen para hacer la constitución española y se les olvida el término “nación española” ¡Ahí queda eso!.
Sin meternos en tecnicismos, la forma legal de presentar a refrendo por cortes constituyentes debería haber sido:
• Disolución de las cortes que legislaban en ese momento.
• Elecciones generales para formar cortes constituyentes.
• Redactar la constitución por las nuevas cortes constituyentes.
• Someter esa constitución a referendo.
• En el supuesto de ser aprobada, disolver nuevamente las cortes.
• Convocar nuevas elecciones para conformar el poder legislativo que formen gobierno, y de este modo legislar y gobernar con la constitución recién aprobada.
Parece lioso, pero así hubiera sido lo correcto y lo legal.
La célebre frase “De la ley a la ley”, solo es aplicable en el caso de la sucesión de la jefatura del estado; en el caso de la constitución NO.
Otro “pio, pio” de los gorriones liberales es la falacia de la aprobación de la constitución por inmensa mayoría, ¡Mentira!, Estos fueron los resultados:
• Total, de españoles con derecho a voto:
• Censo 26.632.080 (100%)
• Abstenciones 8.758.909 (33,98%)
• Votos SI 15.706.078 (54,67%)
• Votos NO 1.400.605 (8,15%)
• Votos nulos 133.786 (0,75%)
• Votos blancos 632.902 (3,54%).
La suma de los votos que NO dijeron SÍ supuso un porcentaje del 45,33% del censo y los que SÍ dijeron SÍ, supusieron un porcentaje del 54,67%.
Conclusión: la constitución ilegal fue aceptada por un poco más de la mitad y no fue aceptada por un poco menos de la mitad de los españoles con derecho a voto.
Sobre la legalidad del escudo, el papado en reconocimiento a la labor evangelizadora de España, concedió a los Reyes Católicos permiso para portar en su escudo y bandera el águila de San Juan.
La constitución fue aprobada con el escudo del águila en su portada junto a la leyenda “Constitución Española”, ya que cuando de forma golpista nos impusieron un régimen de monarquía parlamentaria, España seguía mostrando en su bandera, de forma legal, el águila de San Juan.
En 1981, menos de tres años después de la implantación ilegal de la constitución, el presidente del gobierno y antiguo ministro del Movimiento Nacional, Adolfo Suarez, fue obligado a dimitir, y en su comunicación al pueblo español de forma televisiva detrás de él seguía luciendo el escudo del águila de San Juan en la bandera de España.
España realizó y acordó tratados internacionales bajo el escudo del águila de San Juan. El siempre citado escudo de águila, aunque lo hayan apartado de donde le corresponde, es patrimonio histórico de España por lo que siempre será legal su exposición. El escudo actual de España tiene su origen en la ley 33/1981 de 5 de octubre publicada en el BOE el 18/12/1981 por lo tanto nuestro escudo del águila de San Juan es preconstitucional, constitucional y postconstitucional, SIEMPRE LEGAL.
La masonería es experta en dar golpes de estado de forma tan hipócrita como disimulada: José Bonaparte, Amadeo de Saboya, Primera República, Segunda República, constitucionalismo de 1978… y ahora todo indica que estamos en el siguiente golpe.
“Debe valorarse la opinión de los estúpidos: están en mayoría” –León Tolstoi-
Carlos Rodríguez
Vídeo
"La Constitución destruye la Nación"
Jesús Muñoz @MasRazonqUnSant
https://vk.com/video636824235_456239335
