Si a alguien le ha chocado o indignado el título de este artículo es que no conoce ni la política (con minúsculas, el politiqueo, más que la política) en general, ni a los partidos políticos del sistema, entre ellos, por supuesto, el Partido Popular, en particular.
Dando por hecho que hay otros motivos intrínsecos a la naturaleza de los partidos políticos que llevan destrozando día a día España desde la “sacrosanta transición”, y de la que el PP no es una excepción a la regla, más bien es un caso paradigmático que cumple la regla a rajatabla, para analizar “Por qué le conviene al PP la ruptura de España” vamos a centrarnos sólo en el ámbito meramente electoral.
El Partido Popular, como todos los partidos del régimen del 78, y de otros regímenes liberales si traspasamos nuestras fronteras, se comporta como una empresa con objetivos casi meramente mercantilistas, es decir, es una sociedad con ánimo de lucro (no se sabe muy bien si sociedad anónima o limitada) que lo único que quiere es conseguir ganancias y que sus socios y/o accionistas ganen dinero y se aseguren la vida más o menos a perpetuidad, y si puede ser que sus familias y descendientes también se garanticen las lentejas de por vida, pues mejor que mejor. Y como empresa mercantil tiene como principal objetivo su subsistencia, implantación y crecimiento para que haya pasta, cargos y poder para repartir entre todos sus miembros, los de hoy y los que vengan, y para eso se han inventado esa fase imprescindible de este negocio que son las elecciones, y que las hay (y me limito a España) de variadas formas y nombres, elecciones municipales, autonómicas, al Congreso de los Diputados, al Senado, al parlamento europeo… en todas ellas los partidos invierten un dinero que si las cosas salen bien, les produce unos beneficios económicos (pagados por todos los españoles) y unas cuotas de poder y conseguir una buena red clientelar, que les permite seguir presentándose a otras elecciones, que a su vez también les pueden acarrear grandes beneficios, y así por los siglos de los siglos, amen.
Y se preguntarán ustedes, ¿qué tiene que ver este negocio que es la política con lo de “Por qué le conviene al PP la ruptura de España”?, pues muy sencillo, al PP de la España de nuestros días le saldría mucho más rentable electoralmente, que España “se desprendiera” de las provincias Vascongadas y de Cataluña, regiones en las que el PP obtiene unos muy pobres resultados electorales, sobre todo si los comparamos con los que consigue en otras regiones españolas. En lo que quedara de lo que llamaran a partir de ese momento España (en realidad no sería ya España, porque España sin Vascongadas ni Cataluña dejaría de ser España) el PP muy posiblemente podría ganar las elecciones con mayoría absoluta, lo que les proporcionaría más dinero, más poder y más red clientelar para seguir obteniendo buenos resultados en las siguientes elecciones y, por lo tanto, para mantener el negocio y hacerlo crecer. Vamos, que su empresa se asentaría como la empresa líder del sector en la “España” resultante sin Vascongadas y Cataluña, ya que podría ostentar el “triplete” en casi todo el territorio: poder estatal, poder autonómico y poder municipal.
Pero, ¿y qué ocurriría en las regiones desgajadas del “Estado Español”?. Pues que en esas regiones el PP podría mantener su “marca empresarial” e incluso salir fortalecida electoralmente. Aunque parezca difícil de entender es más sencillo de lo que parece. La ideología socio-económica-política de centro derecha liberal del PP ahora mismo rivaliza en Vascongadas con el PNV y en Cataluña con la Convergencia y Unión de toda la vida (antes llamada CIU, que ahora se llama Junts y mañana ya veremos). Una vez obtenida la “independencia” (en la forma que la consiguieran, como estado asociado o lo que se quieran inventar para seguir viviendo del momio mucho tiempo y que posiblemente TODOS los españoles les sigamos pagando las facturas), la fuerza con carga exclusivamente separatista que pueden tener hoy PNV y CIU en esas regiones, dejaría de tener sentido, ya no habría que separarse de la España opresora ,así que el PP podría mantener sus votos de centro derecha e, incluso, conseguir un fuerte apoyo electoral (y ver crecer su negocio) de aquellos que ya siendo “independientes” lo que les moviera sería su “ideología” liberal de centroderecha. Si a eso le sumamos que el PP de esas repúblicas independientes vasca y catalana, podría mantener un discurso de anexión y reincorporación a lo que hubiera quedado de Estado Español, les podría convertir en una fuerza política con tirón “revolucionario” en esa faceta ideológica, algo que también les podría ser rentable electoralmente, como ahora lo es para sus “hermanos de leche” PNV y CIU (o como narices se llame ahora).
Es decir, y resumiendo mucho, tras la separación de Vascongadas y Cataluña del Estado Español, la empresa mercantil Partido Popular SA o SL, sería la líder indiscutible (al menos por un tiempo) en lo que quedara de Estado Español, y su sucursal, o más bien sucursal del Partido Popular Europeo SA o SL, sería una empresa estable y en crecimiento en las “Euskadi” y Catalunya ya independientes o soberanas.
Sé que a muchos que estén leyendo esta reflexión, la única EMPRESA COLECTIVA, así, con mayúsculas, como la entendía José Antonio Primo de Rivera (*), que de verdad les importa, es España, pero no nos engañemos, en los tiempos que corren, en los que nuestra Patria no es ninguna excepción, la idea de empresa en política es otra muy distinta, y el Partido Popular, el de hoy de Feijoo, o el anterior de Aznar, Rajoy, Casado…, o el futuro de Diaz Ayuso, Moreno Bonilla o lo que venga, ve España exclusivamente como un negocio, y chico, “los negocios, son los negocios”.
(*) "Tenemos una fe resuelta en que están vivas todas las fuentes genuinas de España. España ha venido a menos por una triple división: por la división engendrada por los separatismos locales, por la división engendrada entre los partidos, por la división engendrada por la lucha de clases. Cuando España encuentre una empresa colectiva que comprenda todas esas diferencias, España volverá a ser grande corno en sus mejores tiempos". JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA
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