Votar a la Falange es reírnos en la cara de los dogmas y supersticiones de la partitocracia.
Votar a la Falange es gritar que España merece algo mejor que la decadencia y la ignominia institucionalizada por el Régimen del 78.
Votar a la Falange es proclamar nuestra repulsa a los apóstoles del mal menor y las claudicaciones.
Votar a la Falange es declarar nuestro total rechazo a la vergonzosa monarquía borbónica.
Votar a la Falange es escupir en la cara de los profanadores de tumbas.
Votar a la Falange es levantar la bandera de la Justicia Social frente a la Usura y sus palmeros.
Votar a la Falange es lo que más incomoda a los parásitos, a los traidores y a los mentirosos que monopolizan los medios de propaganda.
Votar a la Falange es recordar que la solución no está en los votos sino en la desobediencia y la rebeldía.
Votar a la Falange es plantarle cara al Globalismo y a sus ideologías degeneradas.
Votar a la Falange es señalar un camino de sacrificio, y de lucha pero también de alegría y esperanza al pueblo español.
José Luis Antonaya
#VotaFalange