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Los socialpatriotas que impidieron que se realizará un acto separatista en el centro cultural de Blanquerna en Madrid ya han ingresado en prisión por parte de este sistema: vil, torticero y criminal que es cómplice de ser condescendiente con el mal e impasible con el bien.

  

La derecha recia del sistema es Vox que con respecto a la sentencia del tribunal constitucional con respecto al caso blanquerna ha omitido la defensa de la Unidad Nacional. Vox, ha quedado retratado como lo que es, una formación que antepone la unidad de España frente a su burda y nauseabunda constitución convirtiéndose en cómplice y en su fiel escudero.

 

La defensa de la soberanía nacional no es otra que el hacer gala de un patriotismo social y orgánico, ya que España es una nación con siglos de historia y no una constitución liberal, ascética, comodona y burguesa de la que las formaciones de derecha como VOX son partidarios, igualmente que lo son de la monarquía del emérito y del actual borbón, Felipe VI. Ese mismo calzonazos de Letizio que indultó en base al artículo 62 a los separatistas y que permite que sienten sus posaderas en consistorios, parlamentos y la cueva de ladrones que es el congreso de los diputados.

Parafraseando al sabio refranero castellano: Aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Eso es precisamente lo que le ha ocurrido a Vox que con el veredicto final sobre el caso Blanquerna, la injusticia española ha condenado a activistas (que no políticos) patriotas ser presos de este sistema que los socialpatriotas venimos denunciando desde el 6 de diciembre de 1.978. Siendo así el Pepito Grillo a babor y estribor del buque ya que España no es pertenencia de la derecha ni la izquierda, es garante de defender la justicia social.

 

A las pruebas me remito, ya que precisamente a la derechona recia verdosa se le llena la boca de España, pero en el nombre de la indigesta constitución y de la monarquía que han traído desdichas, calamidades y fatalidades a España, nuestra empresa común.

 

Los patriotas hicieron lo que dictaminó su conciencia nacional en todo momento, impedir a toda costa que en Madrid, la capital de España, no se realizará un acto que permite romper el cordón umbilical con el resto de regiones, ya que España es singular y el conjunto de regiones plural.

 

Vox, en el fondo encuentra acomodo en el sistema ya que forma parte de él y, como no, sólo pone en jaque los Reinos de Taifas autonómicos que no son otra cosa que aquello de lo que ha vivido el Señor Abascal en todo momento. El omitir Blanquerna como hace VOX le convierte en un Partido Popular dopado, ya que la formación del Señor Abascal no es más que una escisión del partido popular.

 

Desde las rameras de la información oficialistas han silenciado el transcurso judicial del caso Blanquerna. Una travesía en la cual se ha batallado en todo momento, pero que no en vano se ha perdido la guerra, sino alguna batalla. La libertad espiritual de los que injustamente han sido procesados y les convierte en auténticos activistas presos patriotas, jamás de los jamases se les podrá arrebatar acatando con diligencia las consecuencias de esta pérfida democracia inorgánica.

 

El riesgo de tomar una acción directa, ya que no caben medias tintas a la hora de defender España y es lo que debe de hacer un español bien nacido, es necesario hacerlo sin garantías de la ley y obrando al margen de ésta, porque los primeros que incumplen la constitución, paradójicamente, son los constitucionalistas, no acatando el artículo 30 de la constitución que dice así: Todos los españoles tienen el derecho y el deber de defender España.

  

La propia constitución española cosifica la palabra España en el texto constitucional, ya que el propio diputado Miquel Roca Junyent, que fue uno de los “padres de la constitución”, dijo en sede parlamentaria lo siguiente:

 

 “Nacionalidades y nación quieren decir absolutamente lo mismo. Lo único que ocurre es que en la vida política los términos [...] van generando nuevas concepciones [...] Estas naciones sin Estado es lo que modernamente ha venido en llamarse nacionalidades” (Miquel Roca Junyent)

 

El aseverar esa soberana estupidez es afirmar en falso que Andalucía, Vascongadas, Cataluña o Galicia “son naciones y no regiones”, es más, precisamente así en su contrario, los presos social patriotas de Blanquerna han aplicado el artículo 30 de la constitución española. Una constitución que, precisamente, en su artículo 2 se contradice.

 

Cuando se pretende agradar a todos por igual al final no se termina por agradar a ninguna de las partes, es por eso que la partidocracia reside en la pactocracia que es un trágala de manera permanente. Uno de los puntos de La Falange, que en concreto son 27 puntos, el punto 27 afirma explícitamente que se pactará muy poco salvo hasta arribar a la conquista del Estado.

Defender la Unidad Nacional como lo hacen los constitucionalistas es una manera estúpida, ya que la constitución actual defiende un sistema borbónico, el liberalismo y el marxismo ya que legalizó el partido comunista del genocida de Paracuellos del Jarama, Santiago Carrillo.

 

La derechona política y la escisión Aznarista y Aguirrista de Vo, que se encuentra en el epicentro de Castilla la Vieja, concretamente en Valladolid, que es cuna del falangismo haciendo proselitismo político en el que su silencio con respecto a Blanquerna le hace cómplice y preso del sistema que llevamos padeciendo desde 1.978.

 

Por eso las candidaturas que formamos la coalición ADÑ: (FE JONS, FE LA FALANGE, DEMOCRACIA NACIONAL Y ALTERNATIVA ESPAÑOLA) declaramos nuestra repulsa a este sistema que silencia al patriotismo social y orgánico que pasa por la irrupción en Blanquerna, ya que cuando se ataca la Unidad Nacional es lícita la acción directa.

 

La derecha jamás comprenderá que defender la Unidad Nacional pasa por la defensa de la Justicia Social, incluso también por un sindicalismo vertical contrario a la lucha de clases y no como son UGT, CCOO, y SOLIDARIDAD.

 

Los sindicatos citados no contemplan la nacionalización de los sectores públicos como son: la banca, la sanidad y la educación.

 

El salir de esta distopía orwelliana incluye la persecución de los bellos ideales nacionalistas ya que se va en contra del sistema. Un sistema en el que los separatistas gozan de impunidad absoluta con el beneplácito de la Casa Real (otorgando el indulto) y no contemplándose con el caso particular de Blanquerna silenciándolo en los medios de comunicación, que es la intoxicación de las masas.

 

Esas masas a las cuales les agrada lo zafio y lo basto. ¡Al pueblo sólo le mueven los poetas!

 

Se ha batallado judicialmente, en las calles mediante concentraciones y asumimos la pérdida de la batalla, pero no de la guerra ya que el hecho de que nuestros camaradas hayan ingresado en prisión no nos va a hacer retroceder ni un solo paso, ya que volveremos de nuevo al punto de partida.

 

¡Blanquerna Absolución!

 

¡Defender a España no es un delito!

 

Libertad, Presos Social Patriotas.

 

¡ARRIBA ESPAÑA!

 

Nico Muñoz