Dios está presente en la consagración y es adorado por los fieles en cuerpo presente. Eso se celebra estos días, el misterio de la cercanía del Señor a sus hijos. Aquí en el frente nos queda lejos la posibilidad de acercarnos al altar y poder rezar con la intimidad y cercanía que ofrece el Corpus Christi.

Tenemos que conformarnos con tratar de ver la presencia de Dios en todo lo que nos rodea. La naturaleza y sus misterios de vida en tierra tan hostil, la belleza y crudeza de la zona desértica o las montañas, la grandeza de las estrellas. También en la generosidad de quienes ofrecen su vida por defender a los débiles y perseguidos. En la resignación de los mártires, los enfermos y heridos. Incluso en la misericordia con los enemigos o la caridad con los necesitados.

Ese tratar de ver o buscar a Dios en todas las cosas no suple, para quienes tienen la posibilidad, el acercarse a buscar la presencia de Dios en los templos. Dios no ha realizado ese misterio para ser ninguneado o suplantado, es un desprecio a éste el no acercarse a donde nos ha facilitado su presencia.

Cuando uno no tiene cerca algo es cuando más lo aprecia, y estos días festivos en especial, echamos de menos esa posibilidad que tendríamos en España o en zonas donde se puede asistir a las iglesias. Los que tienen cerca esa posibilidad muchas veces no terminan de apreciar la grandeza de lo que se les facilita.

Feliz fiesta y no se olvide cuando se acerquen a rezar de pedir por quienes más necesitan de sus oraciones, los perseguidos, los enfermos, los encarcelados, los amigos y enemigos, los herejes, cismáticos, infieles y por la conversión de los judíos. Los que no tenemos esa posibilidad se lo agradecemos de antemano.

En comunión de oraciones.

Simón de Monfort     

(Desde el frente de batalla, en la lucha contra el DAESH) 

Aquí tienes su página de Facebook desde la que narra su gesta    

https://www.facebook.com/Apoyo-Voluntarios-Españoles-contra-DAESH-811409822301358/