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 Quiroga: «El PP ha superado situaciones muy complicadas y esto va a salir bien»

 

Una de las cosas que más lamento del pueblo español es su espíritu gregario y la tendencia natural a entregar su alma, su conciencia, incluso su libertad a un determinado partido político. El español confía en los partidos del sistema por la sencilla razón de que desconoce su propio potencial como ciudadano. Al estar en un sistema supuestamente representativo, muchas personas creen que su papel en democracia se limita a depositar un voto en una urna cada cuatro años, y en el día a día, defender unas siglas como antaño se defendía la Patria, a la esposa o a un hijo. Es más: hay españoles hoy día que quieren más a su partido que a su Patria, y no sé incluso si más que a su propia esposa/o e hijos.

 

 

 

Es dramático para un país que sus habitantes renuncien a su independencia de pensamiento, a su libertad de conciencia, a la capacidad de discernir lo que está bien y lo que está mal, y se entreguen en cuerpo y alma, de manera ciega, de manera fanática, con el mismo fanatismo que un hincha de un club de fútbol o una fan de Justin Bieber, a un partido político. Ningún partido político de ninguna nación, en ningún tiempo ni lugar, se ha merecido jamás la confianza ciega de una sola persona; imaginen entonces los partidos corruptos de este sistema corrupto que padecemos en España. 

 

 

 

Sirva esta introducción para reflexionar sobre dos hechos ciertamente ilustrativos del circo institucional y político en que vivimos, con nuestro consentimiento expreso por supuesto. Esta semana hemos asistido al relevo en la presidencia del PP vasco, tras la renuncia de Arancha Quiroga, que ha sido sustituida por el ministro Alfonso Alonso. Lo de menos es el cambio de cromos, que es completamente irrelevante. Lo tremendo es que el origen del cambio fue el deseo de Quiroga de entablar un diálogo normal con los proetarras de Bildu, es decir, al partido que defiende a los asesinos, entre otros, de compañeros de partido de esta señora, felizmente ya jubilada de la política, al menos de momento. Un partido, el PP, castigado por el terrorismo, con decenas de asesinados, de secuestrados, de familias destrozadas por ETA, y su ya ex presidenta en Vascongadas que quería mantener una relación cordial y amistosa con los facilitadores de los pistoleros. 

 

 

 

Dos días después, el PSOE incorporaba como número 4 por Madrid en las próximas elecciones generales a Irene Lozano, ex diputada de UPyD. cabreada con Rosa Díez, que pasa de ser el azote dialéctico de los socialistas en el Congreso a formar parte de su grupo parlamentario. De poner a parir sus ideas a defenderlas. De criticar fieramente sus planteamientos y soluciones a proponerlos y argumentarlos. No es que se cambien de chaqueta, no. Eso es muy antiguo. Éstos no tienen ni chaqueta. Estos profesionales de la política de baratillo lo que quieren es vivir de ustedes y de mí, y les importa un pito las siglas y los partidos, las ideas, los principios y los valores. Les importa la jugosa nómina a fin de mes, que les pagamos nosotros, el coche oficial en la puerta, viajes gratis, hoteles gratis, regalos por aquí y por allí, algún sobre de vez en cuando, y sobre todo: que nunca, nunca suene el despertador antes de la 8 o las 9 de la mañana. Eso es fundamental.

 

 

 

¿Ustedes creen que esta gente se merece que los ciudadanos les defiendan, discutan por ellos, se peleen en los bares, en las panaderías, discutan en las comidas familiares o incluso llamen a los programas de radio para jurarles amor eterno? ¿Ustedes de verdad consideran que esta carroña moral, esta inmundicia compuesta por cobardes, traidores y mediocres, intelectualmente tullidos en su inmensa mayoría, se merecen que una sola persona normal y corriente les tenga la más mínima simpatía? Yo creo, con toda sinceridad, que no. Una cosa es votarles porque no hay más remedio, o porque los domingos que hay elecciones apetece salir a comer y ya de paso vamos a votar, y otra es vender el alma a esta panda de vagos que nutren los partidos del sistema, naturalmente con las excepciones correspondientes, de las que nunca nos olvidamos, pero que no hacen otra cosa que confirmar la regla general. 

 

 

 

Arancha Quiroga e Irene Lozano. Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. Tal para cual. Cortados por el mismo patrón. Jamás al servicio de España. Nunca al servicio de ninguno de ustedes ni de mí. A la búsqueda, a la caza, de sus intereses particulares y de casta, de sus privilegios, de sus bagatelas y de sus caprichos. Al servicio, acaso, de oscuras fuerzas transnacionales de las que no sabemos casi nada, salvo que desean fervientemente el hundimiento total y definitivo de España, esta nación que fue imperial un día porque había hombres y mujeres que tenían la suficiente personalidad como para no vender su alma a nadie. 

 

 

 

Y pregunto desde ya a los oyentes de Sencillamente Radio: ¿creen que con Alfonso Alonso cambiará en algo la política del PP en Vascongadas?

 

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 Rafael Nieto es el director del programa de debate “Sencillamente Radio” de Radio Inter de Madrid (programa que se emite todos los domingos de 08:30 a 11:30 horas en esa emisora en el 918 de AM, 93,50 de FM e Internet: http://www.gaceta.es/oir-radio-inter ), y en el que participan habitualmente distintos militantes del Sindicato TNS. 

 

  

 

La intervención de Jesús Muñoz en este programa la tenéis en el siguiente enlace:

http://www.sindicatotns.es/index.php?option=com_content&view=article&id=367:pp-vasco,-la-traición-por-bandera-intervención-de-jesús-muñoz-en-radio-inter&catid=11&Itemid=107