Siempre he pensado que ni los periodistas ni los medios de comunicación debemos ser protagonistas, pero en este caso, por respeto a las cuatro décadas de emisión semanal ininterrumpida, temporada tras temporada, de este programa, me van a permitir que lo seamos durante unos minutos al menos. Si somos sinceros y transparentes en los temas políticos que tratamos, creo francamente que debemos empezar por serlo en lo que nos toca a nosotros mismos.
Sencillamente Radio podría llegar a su fin. Al menos, por el momento. Nadie sabe lo que nos deparará el futuro inmediato, porque el futuro no está en nuestras manos. Razones de fuerza mayor, de financiación del proyecto, hacen que la situación sea difícil en este momento, aunque el productor de este espacio va a seguir negociando duramente para conseguir que este programa, SU programa, el de todos ustedes, siga aquí, en directo, el domingo que viene.
Estamos en un país, y en un momento, en el que la crisis económica nos afecta a todos. Este programa no es una excepción. Nuestra ausencia, en el caso de que sucediese, debe enmarcarse en ese contexto y no en ningún otro. Estoy seguro de que lo entienden y de que sabrán respetar estas razones. Sí quiero que sepan que, pase lo que pase, para este periodista ha sido y es un inmenso honor y un placer haber dirigido y presentado este histórico programa de la radio española, sin duda, el más libre e independiente.
Pero hoy no vamos a dejar de debatir. Hoy quiero, especialmente, plantearles de nuevo, a fuerza de ser repetitivo, el tema, el asunto político que ha movido este programa durante tantos años, y que espero que lo siga moviendo. En una línea editorial, además, no impuesta ni forzada, sino naturalmente compartida desde el patriotismo que nos caracteriza. La unidad de España, las raíces cristianas de nuestra Patria y de Europa, y la luz de Cristo han sido nuestra ilusión y nuestra razón de ser y de estar.
Y ojalá que en los últimos cuarenta años hubiera cambiado algo, pero por desgracia hemos de remitirnos a lo mismo. En las últimas horas, una pantomima certificada por unos presuntos “verificadores internacionales” nos viene a decir que la banda separatista y marxista ETA, culpable y responsable de cientos de asesinatos vilmente cometidos, han entregado parte de su arsenal. Una mesa con cuatro pistolas, dos paquetes de explosivo y un par de granadas. Y pretenden que España, este país azotado cruelmente por la lacra del terrorismo, olvide sin más y entregue a las alimañas el certificado de normalidad.
Nuestra amada España sigue estando en peligro porque, a este permanente desafío de los asesinos, se une la pujante amenaza separatista en Cataluña, con esa consulta convocada para el 9 de noviembre. Desde el Gobierno, ya saben: largas y más largas, Estado de Derecho y leyes vigentes. Pero ni una palabra patriótica, ni un gesto determinante e inequívoco que nos pueda hacer pensar que la ruptura no se vaya a producir.
No puedo dejar de señalar, una vez más, que si socialistas, comunistas y separatistas son los culpables directos del estado comatoso en que se encuentra nuestra querida Patria, han sido los liberales del PP, antes Alianza Popular, los que lo han permitido, consentido y, casi siempre, acompañado por acción u omisión. Ojalá los ciudadanos españoles dejemos algún día de ser de éste o de aquel partido, y seamos todos de España, único destino en lo Universal que debe movernos y constituir nuestra común aspiración.
Se puede ser patriota de muchas maneras. Como lo fueron los Reyes Católicos. Como lo fueron el Emperador Carlos o Felipe II. Como lo fueron Franco y José Antonio, o como lo ha sido, hasta hace unas semanas, Blas Piñar. Pero también se puede ser patriota participando en un debate en la radio, o dirigiendo programas libres e independientes como éste. Espero que hayamos sembrado, y que podamos seguir sembrando en el futuro, entre todos, la semilla de una nueva España que salga del lodazal en el que la han metido nuestros mediocres dirigentes, y volvamos a ser, como fuimos, la Luz del Mundo.
Y como siempre, hay que plantear una pregunta. Hoy, nos fijamos en una de las noticias de los últimos días, y les pregunto: ¿Creen que la entrega de parte del arsenal de armas de ETA es un paso creíble para su desarme definitivo y para la disolución de la banda terrorista?
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Rafael Nieto es el director del programa de debate “Sencillamente Radio” de Radio Inter de Madrid (programa que se emite todos los domingos de 08:30 a 11:30 horas en esa emisora en el 918 de AM, Internet: http://www.intereconomia.com/oir-radio-inter ), y en el que participan habitualmente distintos militantes del Sindicato TNS.