¿Os hemos dicho ya por qué y cómo la campaña está siendo lo que es? Os lo cuento:
1.- Estamos siendo perseguidos por la injusta ley de memoria democrática (el nombrecito ya provoca una nausea profunda) desde que se aprobó el pasado año. Acumulamos varias propuestas de sanción por el canto de nuestro himno - real o supuesto - y por algunos o todos nuestros gritos de rigor, acompañados de los más diversos calificativos cariñosos respecto a nuestro saludo ibero, palma al cielo.
2.- Estamos a escasas fechas de ser ilegalizados - tiempo al tiempo - y cerradas nuestras sedes como hace 87 años, lo que conllevará detenciones de, como mínimo, incierto resultado. Para esto último, no hace falta retrotraerse a 1936. Blanquerna, o mi propia detención el día de la profanación de José Antonio y su quinta inhumación son ejemplos reales de lo que digo.
3.- Nuestra “provocativa campaña” ha tenido y está teniendo dos efectos directos: una publicidad viral, en todos los medios y plataformas, muy por encima de nuestras opciones de pago y el reconocimiento, por parte de órganismos oficiales, como las Juntas Electorales, de que ni nuestra mera existencia ni mucho menos nuestros himnos y mensajes incumplen en absoluto norma alguna, por mucho que la ley haya sido creada con ese fin. Es un bofetón de dimensiones ciclópeas, en los morros de un sistema que no alcanza a atraparnos por completo … aun… Así pues tanto política como jurídicamente, la campaña no ha podido ser más eficaz en todos los frentes.
4.- Los dolores de barriga que estamos provocando con la obligación de poner nuestra publicidad y nuestros himnos, tanto en los espacios gratuitos de RTVE como en las líneas de autobús de la EMT contratadas al efecto - las que pasan por Ferraz y Génova - y en los postes estáticos se algunas carreteras nacionales son, en sí mismo, un triunfo y un éxito notables. Implican auténticos tormentos en los periódicos y medios de comunicación del Sistema que no pueden, sin embargo, dejar de hablar de nosotros.
5.- Con esa campaña nuestros vídeos, los que de verdad trasladan el mensaje que proponemos, empezando por la recuperación de nuestra soberanía, la salida de cuantas organizaciones supranacionales nos someten, la destrucción del pernicioso Regimen del 78, la defensa de un modelo social incomprensible para el sistema, el combate sin cuartel al globalitarismo de la Agenda 2030 y un largo etc. han llegado - están llegando - mucho más allá de lo que nadie supuso inicialmente excepto para las mentes de los que han parido esta campaña y para los que exijo el máximo respeto y consideración, amén de la debida disciplina y, como no, el mayor de los aplausos virtuales (no necesitan nada más que no les toquen las narices, que ya es bastante).
6.- Tanta es la repercusión de nuestros postulados y el abandono por los demás, de los mismos que, por un lado, organizaciones claramente marxistas, pero relativamente simpáticas entre los nuestros, han sido desenmascaradas en sus límites y puestas en evidencia respecto al secuestro y la impostura de sus mensajes - claramente robados de los nuestros - en cuanto hemos rascado un poquito y, por otro, hemos provocado la típica respuesta de los que se suponen que militan en el mismo lado de la línea que nosotros, y que no pierden la oportunidad de arremeter estúpida y torticeramente, contra todo proyecto, estrategia o táctica que no sea la suya - generalmente consistente en no hacer nada e incordiar a los que sí hacemos - hasta el punto de pedir, unos, el voto para nuestro enemigo, otros la abstención y todos cualquier cosa menos votarnos a nosotros. Vaya por delante nuestra más profunda indiferencia, hacia elllos, cuanto menos. El simple silencio habría sido interpretado como una muestra no hostil, pero es superior a sus fuerzas arremeter contra nosotros lo que no arremeten contra el enemigo.
Excepción hecha, eso sí, de los abstencionistas activos de siempre que simplemente, creemos tercamente equivocados pero a los cuales podemos comprender. Cada cual sabrá identificarse en cada uno de los perfiles descritos.
7.- Así pues, el uso del Cara al Sol, la efigie de José Antonio y todo lo demás no son más que estrategias e incluso tácticas que, hasta el momento, han resultado muy eficaces. Sin embargo esa eficacia se complementa con diversas acciones más para las que es necesaria la participación de todos los que opinan, leen, aprueban, denostan, critican, aplauden y miran desde la barrera el trabajo de los directores de campaña, y se permiten el lujo de juzgar a los demás desde la comodidad del sillón y la inacción más absoluta o también desde la aprobación y el aplauso.
8.- Esa capitalización del esfuerzo pasa por acudir a los mítines de campaña, comprometerse como apoderados, hacer proselitismo activo, pedir el apoyo público, afiliarse a las organizaciones, ponerse a disposición de las mismas para esto y para todo el año, acudir a votar nuestras candidaturas el domingo - tanto para cuantificar nuestras fuerzas como para golpearles en el hocico - y, en este momento, colaborar económicamente, aunque sea de manera extraordinaria. Porque hay quien se pregunta por qué no se hizo antes -y lo hacen de buena fe - sin darse cuenta de que esto no es magia. Esto es la consecuencia de un esfuerzo ímprobo tanto humano como sobre todo económico que, como siempre, recae sobre las mismas espaldas y bolsillos.
Trabajo, constancia y compromiso. No hay trucos. Sigan los perros ladrando ahí fuera.
Martín Sáenz de Ynestrillas
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